¿Cómo influyen las reparaciones en el funcionamiento de los ADAS?
Sus componentes pueden verse afectados por tareas de mantenimiento del vehículo mal realizadas, sobre todo, al sustituir un parabrisas y las propiedades físicas de las pinturas.
Los sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS) no se trata de una tecnología infalible y sus componentes pueden verse afectados por tareas de mantenimiento del vehículo mal realizadas, sobre todo, al sustituir un parabrisas o determinados componentes del frontal de un vehículo.
Entre las propuestas que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) realizó al Parlamento Europeo con el objetivo de maximizar los beneficios de los sistemas ADAS antes de su implantación obligatoria, estaba el "asegurar procesos transparentes de calibración para que los sistemas ADAS mantengan su eficacia con el paso del tiempo". Y es que la causa más común por la que los sistemas ADAS pueden sufrir fallos de funcionamiento es porque sus cámaras y sensores no hayan sido recalibrados, o esa operación se haya hecho de un modo incorrecto.
Cuando se sustituye un parabrisas, hay que desmontar las cámaras del cristal roto y montarlos en el nuevo. Una vez instalados, estos sistemas han de ser recalibrados por profesionales con la formación, experiencia, metodología, instalaciones y tecnología adecuadas; para asegurar que funcionan con la máxima precisión y proporcionan la información correcta. Está demostrado que un coche con los sistemas ADAS mal recalibrados puede provocar una colisión o un atropello, pues el sistema no puede calcular bien las distancias ni el tiempo y potencia de frenado.
La pintura metalizada, enemiga del radar
Hay otro aspecto que ha cobrado una vital importancia en el color de un coche: las propiedades físicas de la pintura. La necesidad de reflectividad de los sensores LiDAR y de transmisividad de radar, está imponiendo límites a los colores y a los pigmentos que se pueden usar en los revestimientos exteriores de los vehículos. Y es que numerosos estudios han demostrado que determinadas pinturas interfieren en la transmisión de señales del radar y del LiDAR, afectando al funcionamiento de los sistemas de seguridad ADAS.
Christoph Lauterwasser, director del centro de Tecnología de Allianz Center for Technology, ya habló de estos aspectos en las conferencias del Best of Belron 2022 de Barcelona, cuando analizó la importancia de la recalibración de los sensores ADAS del parabrisas y de la reparación de los paragolpes tras los cuales se encuentran los sensores de radar.
En concentraciones elevadas, los pigmentos de aluminio utilizados en las pinturas metálicas pueden reducir la transmisión de señales de radar y afectar al funcionamiento de los sistemas ADAS. Uno de cada cuatro coches nuevos lleva pintura metalizada y se espera que, en 2025, el 85% de los coches nuevos equipe radar.
El problema surge cuando un coche con pintura metalizada sufre un accidente y el paragolpes que cubre el sensor de radar necesita ser pintado. Los fabricantes de coches han elaborado guías específicas de reparación que prohíben el uso de parachoques reacondicionados y de reparaciones con rellenos, cintas de refuerzo, grapas calientes o soldadura de plástico. Y se especifica minimizar el espesor total de la pintura metálica quitando la capa vieja dañada y aplicar nuevas capas con un espesor de pintura entre 0,15 y 0,30 milímetros.
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