Cómo y cuándo es aconsejable utilizar un desoxidante
Loctite explica dónde se puede producir óxido y el modo de solucionar este problema.
El óxido es uno de los peores enemigos de un vehículo. Su aparición viene producida cuando los metales se exponen al agua y el oxígeno, lo cual se puede acentuar con la sal que haya en algunas carretas en invierno. Para solucionar este problema, Loctite publica un post en su blog donde explica cómo utilizar desoxidantes en estos casos.
Lo primero que hay que hacer, según los profesionales de esta marca, es demarcar la zona afectada y confirmar si es posible repararla. El óxido se puede encontrar en chapas interiores y exteriores, así como en piezas mecánicas.
Cuando la pieza ya está muy desgastada, en ocasiones, la solución pasa por sustituir la pieza y sanear la zona contigua con un desoxidante. Si la corrosión llega hasta la estructura, la solución será bastante más difícil y muy costosa.
El caso de las chapas exteriores es más frecuente, ya que se da en áreas que tiene más contacto con la humedad. Por este motivo, los técnicos de Loctite aconsejan a sus clientes que, en el momento que detecten un pequeño golpe, lo lleven a reparar con el fin de que la zona afectada no se extienda demasiado.
Asimismo, los expertos de la marca explican que tras comprobar que el óxido esté en zonas exteriores y que no haya daños estructurales, la corrosión se elimina con un tratamiento desoxidante que haga desaparecer el óxido y proteja la zona afectada.
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