El 80% de los talleres podría quedarse fuera de juego con el coche eléctrico

La generalización del vehículo eléctrico, si llega a producirse, va a traer consigo repercusiones negativas para una parte importante de los talleres mecánicos. Los estudios que cuantifican cuáles serían las consecuencias económicas de este escenario para el sector de la reparación no son nada halagüeños. De hecho, los datos de Solera cuantifican en el 80% el porcentaje de talleres que no serían capaces de adaptarse a la nueva realidad.

La razón que esgrime José Luis Gata, responsable del Mercado de Posventa de Solera, es el pequeño tamaño de la mayoría de los negocios de reparación de nuestro país, que les haría imposible asumir los gastos tanto de tecnología como de formación necesarios para reparar los nuevos vehículos.

Según datos del INE recopilados por Solera, de los 45.103 talleres existentes en España, el 35% (15.613) son negocios sin asalariados, mientras que el 43% (19.257) tiene entre uno y dos empleados. Todo este gran porcentaje, a juicio de la consultora, se quedaría fuera del mercado, de modo que solo se mantendrían aquellos talleres de más de tres empleados, digitalizados y preparados para la transformación.

Solo el 1% de los talleres en España (269) tiene más de 20 empleados; el 3% (1.260) está entre 10 y 19; el 5% entre 6 y 9 y el 14% tiene entre 3 y 5. De este modo, hay un amplio espacio para la concentración de empresas, “probablemente el único modo que tendrán los talleres pequeños de seguir siendo competitivos”, afirma José Luis Gata.

Estas declaraciones las realizó en la presentación de la memoria de actividades de Aselube el pasado 8 de abril, en que también participó Rafael Cossent, investigador y profesor de ICAI.

Cossent destacó la necesidad de la descarbonización de la automoción, ya que “el transporte es el sector que más coste energético genera”. El Ministerio de Transición Ecológica ha presentado el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, que plantea un objetivo para el que sería necesario reducir el 35% las emisiones del CO2 y el 23% el consumo de energía hasta 2030. ¿Podrá hacerse? Dada la edad del parque automovilístico y el porcentaje de vehículos eléctricos que se matriculan en la actualidad (0,8%%), parece difícil.