El policía que obligaba a inflar facturas se enfrenta a tres años de cárcel

El subinspector de la Policía Nacional de Huelva en septiembre de 2013 y responsable del área de Automoción que fue detenido por un delito de estafa por solicitar al dueño de un taller incrementos ficticios de las facturas de las reparaciones de la flota de vehículos policiales ha negado las acusaciones.

Ante el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva, ha reconocido que “consensuó” con el propietario del taller “un aumento de las horas de mano de obra mínimo” no para quedárselo personalmente, sino para comprar material de oficina “que no podía facturar porque no eran adscritos a ninguna matrícula de vehículos”.

“Se pagaban las facturas conforme a lo acordado y después de la demasía respecto a las horas reales me las devolvía”, ha alegado en la vista oral, y ha insistido en que “en ningún momento se le ha acusado ningún perjuicio al cuerpo”.

Tras la declaración del dueño del taller, que ha afirmado que la totalidad de las facturas alcanzaba entre los 200 y los 300 euros”, ha comparecido el agente que denunció la situación.

Este policía ha afirmado que puso en conocimiento de sus superiores los hechos cuando el mecánico le contó que el subinspector “le había pedido que realizara el incremento de horas de reparación” en las facturas y que “se lo daba en metálico a final de mes”.

El acusado se enfrenta a una petición de la Fiscalía de tres años de cárcel, inhabilitación durante cuatro años y medio y al pago de una indemnización a la Dirección General de la Policía de 476 euros, cantidad presuntamente estafada.