En qué pequeños detalles hay que fijarse antes de pasar la ITV

Antes de pasar la ITV del coche, los profesionales del taller deben tener presentes aspectos como el desgaste de los neumáticos, los filtros o el nivel de aceite y refrigerante, entre otros.

Pero, además de estos, hay otros pequeños detalles que es fácil que se puedan escapar y que hagan que nuestros clientes no pasen correctamente la inspección de su vehículo, según indica SPG en un post.

La conservación de las luces es el primero de ellos, aunque es un elemento que no solo debe revisarse en estas circunstancias. Los profesionales deben fijarse en que todas las luces se puedan encender, también de forma simultánea, con el motor encendido o apagado. Además, los faros no deben tener ninguna rotura que deje entrar agua.

El limpiaparabrisas es otro de los puntos que debe estar en perfecto estado para asegurar una perfecta visibilidad, de forma que pueda retirar todos los elementos que impidan ver bien a través de la luna. Para ello, deben comprobarse que las escobillas no tengan grietas, que las gomas no estén deterioradas y que la boquilla no se encuentre obstruida y deje salir bien el agua.

Asimismo, hay que revisar que la placa de la matrícula esté en buen estado, en caso contrario, puede ser motivo de una falta leve. Teniendo esto en cuenta, debe comprobarse que esté bien fija, que sea visible desde cualquier lugar de la carretera, que no tenga doblamientos o abolladuras pronunciadas, así como que sus elementos reflectantes no se hayan visto ni alterados ni anulados.

Aunque las abolladuras en la carrocería no son motivo de falta en la ITV, a no ser que supongan algún peligro, cuando hay salientes o superficies que puedan resultar cortantes hay que repararlas. Tampoco hay que olvidar que embellecedores, retrovisores y parachoques deben estar perfectamente fijados.

Por último, la limpieza del automóvil también es importante. Es verdad que ningún coche suspenderá la ITV por estar sucio. Pero SPG afirma que un vehículo con un aspecto impecable hace presuponer que está cuidado y que acude al taller para un correcto mantenimiento. No obstante, hay que recordar que el barro y el polvo provocan una mala conservación de las piezas