¿Hay interconexión digital entre el taller y el distribuidor de recambios?
La segunda mesa redonda de la 8ª Jornada de la Distribución en Cataluña aborda el uso de la digitalización para los pedidos, las razones para fomentar piezas usadas en sus diferentes variedades y el negativo impacto de las ZBE en el sector, entre otros.
¿Cómo es la realidad del sector en Cataluña? ¿Existe interconexión digital real entre distribuidores y talleres? ¿Hay diferencias entre los marquistas y los multimarca? Estas han sido algunos de los temas abordados en la segunda de las mesas redondas celebradas en el marco de la 8ª Jornada de la Distribución en Cataluña, organizada por CIRA en la mañana del 24 de noviembre.
Moderada por Yvonne Rubio (MRyT), ha contado con la participación de Juan Ramón Cervantes, consejero de CIRA y director comercial de Infopro Digital; Celso Besolí, presidente de Fecatra; Domingo Comas, presidente de UEAC (Conepa); Jaume Roura, presidente de Fecavem y Fernando López, director general de Gipa España.
Buena parte de la mesa se centró en la digitalización y su relación con el recambista. Para Celso Besolí, “el taller independiente hace años que está digitalizado, forzado por la administración”. Pero una cosa es que esté digitalizado y otra que haga uso de ello, porque, afirmó que “la distribución del recambio es tan buena que el taller no necesita ir más allá en esa digitalización”. ¿Y qué medio utiliza el taller para pedir el recambio? Mayoritariamente, por teléfono, coincidieron los intervinientes. “Lo de pedir el recambio por teléfono se ha convertido en un hábito. Antes dejábamos el número de bastidor y se perdía eficacia. Ahora es por matrícula y es más seguro. Este hábito no será fácil quitarlo, desde luego”, aseguró Besolí.
Caso diferente es el de los talleres marquistas, representados en la mesa por Jaume Roura. “Nosotros nos encontramos en una posición muy diferente al multimarca. Actuamos siempre marcados por el fabricante. Para toda la operativa digital, que también se está transformando, estamos más preparados porque nos lo marcan las propias marcas”, aseguró Roura, añadiendo que para el multimarca “el teléfono es una práctica muy fácil, histórica y rápida. Pero los marquistas nos hemos transformado con rapidez porque tenemos más personal y exigencia de adaptación a los cambios tecnológicos. El taller multimarca está más limitado en esto, por eso acaba recurriendo al teléfono”, sostuvo.
En datos, aportados por Juan Ramón Cervantes como miembro de Cira, solo el 5% de las transacciones se realizan digitalmente. “Darle una herramienta de comercio electrónico al taller no es solo darle un usuario y un password. Hay que fomentar la formación”, defendió para impulsar un cambio en el sector en el que, actualmente, el el 30% de la plantilla del recambista está repartiendo y se cuenta con centros de asistencia técnica telefónica excelentes, lo que aumenta los costes y reduce la rentabilidad. “Las soluciones de comercio electrónico cada vez son más eficientes, pero desde luego, ante una situación como la de que al tercer timbre te cogen el teléfono y el riesgo de fallo lo asume el distribuidor, pues el taller se acomoda”, aunque, “la capacidad de un distribuidor y su margen comercial no es infinita”, aseguró.
Piezas usadas
No por hacer uso del concepto de economía circular, pero sí por abaratar costes al cliente, el uso de piezas usadas sí es habitual en el taller. Aunque los intervinientes rápidamente diferenciaron entre los llamados “reconstruidos”, piezas de intercambio, de desguace e incluso el ahora llamado "renovado", que comienza a impulsarse en el mercado francés. “Para los reconstruidos hay plataformas que funcionan muy bien y hace tiempo que se usan, sobre todo por parte de las aseguradoras. Además, cuando no hay dinero para reparar, entonces puede haber opción, pero por tema precio. Puedes ir a un desguace, coger el recambio y montarlo. Pero para componentes de seguridad, esto debería estar prohibido. Hay piezas en las que sí se recomienda, pero son piezas muy localizadas que ya venden los recambistas desde hace años”, aseguró Celso Besolí.
Por último, sobre las ZBE hubo práctica unanimidad en los problemas que acarrean para el sector. “Las ZBE son otro impacto más en la cuenta de la distribución”, dijo Juan Ramón Cervantes. Pero es que los talleres lo tienen denunciado directamente ante la Justicia, ya que ocasionan graves perjuicios para los reparadores e, incluso, Fernando López apunto a la escasa utilidad que tiene de cara a la renovación del parque antiguo, pese a que esa sea una de las razones de estas medidas. “No es cierto que por restringir el acceso, se renueve el coche. La limitación tendrá mejoras a nivel de salud, pero no a nivel de parque. Esto lo único que lleva es que esas personas abandonen el coche para utilizar el transporte público. Tiene más efecto en el kilometraje, que en la renovación de parque”, concluyó.
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