La emisión de facturas en el taller: datos clave que se deben incluir

La emisión de facturas de forma correcta es una parte fundamental de cualquier empresa, concretamente de los departamentos de administración. En un taller, por supuesto, también lo es. Cada cliente debe recibir este documento que desglose las reparaciones llevadas a cabo en el vehículo, con los precios indicados, el IVA, etc.

Una gestión que para algunos trabajadores puede suponer un problema, ya que pueden tener dudas a la hora de rellenar este informe. Para conocer los puntos imprescindibles, desde el blog de Isi Condal ofrecen algunas claves importantes para tener en cuenta a la hora de emitir una factura.

La numeración y los datos del emisor y el receptor

Un punto fundamental a tener en cuenta es que al generar la factura, esta siempre debe llevar asignado una numeración correlativa según la fecha, sea del tipo que sea. Lo más sencillo es diferenciar entre las facturas simplificadas, también conocidas como tickets; y las facturas ordinarias, que pueden ser al contado o de crédito.

Este registro debe contener los datos del emisor y del receptor de la misma, excepto para las facturas simplificadas por un importe menor o igual a 400 euros (con el IVA incluido).

Tipos impositivos en la emisión de facturas

Uno de los aspectos que puede suscitar más dudas entre los trabajadores está relacionado con el tipo impositivo que debe aplicarse a la factura, y que debe responder a la ubicación geográfica del receptor. Para ello, hemos de tener en cuenta que, si dicho receptor es una empresa nacional, la operación de venta estará sujeta a IVA, salvo en los casos en que sea de Canarias, Ceuta o Melilla, en que estará exenta. En el caso de las empresas y particulares extranjeros, son operaciones exentas de IVA, excepto para las ventas a particulares procedentes de la Unión Europea.

Facturación de ventas a crédito

A la hora de pactar las condiciones de pago con un cliente, hay facturas que poseen fechas de vencimiento que se alargan en el tiempo. La ley establece que los vencimientos de las ventas a crédito no deben superar nunca los 60 días desde la recepción de las mercancías o la prestación de los servicios.