Qué averías pueden hacer que un coche se incendie
Fallos de fabricación, falta de mantenimiento y altas temperaturas pueden provocar una peligrosa combinación.
Un incendio en un coche es un grave accidente que a veces puede estar provocado por averías que, a veces, podían haberse evitado. Es el caso de los problemas en el electroventilador, dispositivo que sirve para mantener la temperatura del motor de los coches, lugar donde, a su vez, pueden aparecer las llamas en el filtro de partículas y extenderse rápidamente a las piezas de alrededor, según publica El Confidencial.
Los problemas en el motor no son aislados. Recientemente, en Orense, un avería en dicho dispositivo provocó que un coche quedara calcinado, según informó La Voz de Galicia.
Este, junto con otro caso que se produjo en marzo cuando un vehículo empezó a arder al circular por una autovía, se caracterizan por ser ambos coches de la marca BMW, la cual ha tenido graves problemas por un defecto del sistema de recirculación de gases de escape en sus vehículos diésel, conocido como EGR.
Hace un año, las autoridades de Corea del Sur investigaron lo que ocurría tras detectar más de 20 incendios en coches de esta compañía y la enseña acabó por llamar a revisión a 1,6 millones de automóviles en todo el mundo.
Por su lado, a Mercedes-Benz le pasó algo similar y llegó a contabilizar más de 50 incendios hasta que detectó un defecto de fabricación: un fusible podía fallar y provocar un cortocircuito que sobrecalentaba el coche hasta incendiarlo. Para solucionar el problema llamaron a revisión a un millón de vehículos, tal y como informó Auto Sport.
Otros casos han pasado más desapercibidos por tratarse de modelos deportivos con escasas ventas, como el Audi R8, que hace una década registró varios incendios porque utilizaba un líquido para la dirección asistida que era bastante inflamable.
No obstante, algunos expertos aseguran que existe una cuestión de fondo en estos incendios: los motores actuales funcionan a temperaturas más altas para obtener mayores rendimientos y menor consumo. Además, los vehículos diésel tienen que tratar los gases a una temperatura muy elevada para reducir emisiones. Es decir, los vehículos modernos soportan más calor tanto en los motores como en el sistema de escape y, por ello, el riesgo de incendios aumenta.
Por este motivo, que el sistema de tratamiento de gases trabaje a grandes temperaturas es un reto para el diseño de los coches actuales y la causa de muchos de los problemas que pueden ocasionar un incendio, ya que, por ejemplo, el filtro antipartículas es una pieza metálica que se pone al rojo vivo, a 900 grados centígrados.
Los datos del RACE revelan que en el primer semestre de este año se han registrado algo más de 500 expedientes por incendios, aunque se no indican cuántos se produjeron por problemas en el motor.
Esta cifra es ligeramente superior a la del ejercicio anterior, pero este incremento se concentra casi exclusivamente en junio, con la ola de calor de final de mes que agravó los problemas derivados de falta de revisiones y mantenimiento”, apunta desde la compañía.
No obstante, nadie asegura del todo que haya más casos de coches incendiados ahora que en el pasado, porque este problema no es nuevo. Sin embargo, si que hay algunos aspectos que se pueden tener en cuenta para evitar este tipo de situaciones, como conducir al límite de las prestaciones del coche, lo cual genera mucha más temperatura, sobre todo en el sistema de escape.
Por otro lado, aunque las piezas que más se calientan suelen ir bastante protegidas, la temperatura que alcanzan es muy elevada y hay tan poco espacio en los coches, que esa protección no siempre es eficaz.
Algunos profesionales indican que una posible solución sería utilizar nuevos materiales en lugar del apantallamiento de aluminio, que es lo habitual, pero esto encarecería exponencialmente los automóviles.
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