Diez averías por inactividad que serán oportunidades para el taller tras el coronavirus
La falta de movimiento en el coche durante largos períodos puede provocar fallos en batería, motor o el circuito de refrigeración.
La declaración del estado de alarma en España y el confinamiento en los hogares está provocando un baja o nula actividad en los automóviles, y por tanto una falta de clientes en los talleres. Sin embargo, esta falta de movimiento en los mismos puede generar problemas en los vehículos, y algunos expertos apuntan a que resultan peores que las sujetas al desgaste del coche por estar en marcha.
Los talleres de reparación tienen que estar preparados para que, una vez todo regrese a la normalidad, muchos conductores acudan a los centros para reparar averías en sus vehículos provocadas por la falta de movimiento. Según un estudio de Autocasion.com, los fallos más frecuentes en un coche inactivo en largos períodos se producen en:
Los neumáticos
Cuando un vehículo pasa mucho tiempo sin moverse, el peso termina por deformar los neumáticos. Por eso, se recomienda a los conductores que apoyen el coche sobre unas borriquetas, siempre y cuando sea posible.
El motor
El motor necesita funcionar con normalidad al menos una vez al mes. Y es que de pasar largos periodos inactivo, los aros de los pistones pueden pegarse o el aceite perder sus propiedades.
Las fugas de aceite
Los elementos encargados de la estanqueidad del motor necesitan contacto con aceite, es posible que de mantenerse durante un largo período sin actividad, las juntas se resequen y se agrieten.
El circuito de refrigeración
La inactividad en motores refrigerados por agua pueden causar importantes averías en los manguitos, la bomba de agua o el termostato.
La caja de cambios y los diferenciales
Necesitan aceite para mantenerse lubricados y evitar que se oxiden los piñones, sincronizadores o las horquillas.
El aire acondicionado
Estos elementos también necesitan lubricarse para funcionar correctamente. Lo recomendable es que sean conectados al menos una vez al mes, así el compresor, las juntas de estanqueidad y el filtro se mantendrán en buen estado.
La bomba de agua, el limpiaparabrisas y los faros
Es posible que estos elementos fallen como consecuencia del consumo eléctrico que provoca un propulsor eléctrico agarrotado.
La batería
Las baterías se autodescargan aun estando en reposo, pues se cargan y descargan a través de reacciones químicas reversibles en las que intervienen tanto el electrolito de la batería (elemento líquido) como las placas acumuladoras. Se estima que las baterías sin mantenimiento, a una temperatura ambiente media, pueden perder diariamente en torno a un 0,15% de su carga, cifra que se incrementa en el caso de baterías en el final de su vida útil.
La distribución y "taqueteo"
Los taqués pueden fallar por la falta de uso en el vehículo. El coche emite un sonido similar a un "taca-taca-taca" en la parte alta del motor.
Los elevalunas eléctricos
El motor que eleva el cristal se encuentra en la puerta y se expone a humedad. La inactividad del automóvil puede provocar que este se oxide con mayor rapidez.
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