El Grupo Volkswagen ha provisionado 2.500 millones de euros más por el caso del dieselgate, con cargo a los resultados del tercer trimestre. Esta cantidad se destinará al programa de recompra y reacondicionamiento de los vehículos con motor diésel que montan un software que altera las emisiones cuando es sometido a una prueba en laboratorio.

La compañía afirma que la puesta en marcha del citado plan está siendo “técnicamente más compleja y lenta” de lo que habían previsto, motivo por el que ha sido necesaria esta nueva dotación de fondos que impactará en los resultados del tercer trimestre, que tiene previsto publicar el próximo 27 de octubre.

Por su parte, Porsche, que tiene el 30,8% de acciones del grupo, ha comunicado que la decisión del consorcio alemán afectará a sus resultados de 2017, un ejercicio que estima ahora cerrará con un beneficio de entre 2.100 y 3.100 millones de euros.

No obstante, advierte de que su previsión de resultados podría modificarse nuevamente, ya que está sujeta a las decisiones que se adopten para resolver definitivamente el trucaje de motores diésel de las marcas Volkswagen, Seat, Audi, Porsche y Skoda y que ha llegado a afectar a unos once millones de unidades.

Por otro lado, el pasado mes de septiembre, en el Salón del automóvil de Fráncfort (Alemania), la firma anunció, dentro de su estrategia para dejar atrás el problema de los motores diésel, un amplio programa de electrificación de sus marcas.