Los requisitos para la comercialización y puesta en servicio de placas de matrícula destinadas a la instalación en vehículos y remolques se han simplificado tras la aprobación de un real decreto por parte del Consejo de Ministros.
Esta nueva regulación reduce los trámites administrativos al eliminar la autorización administrativa previa requerida para cada modelo de matrícula. Asimismo, se estima que esto pueda aumentar la competencia, lo que podría reflejarse en un ahorro para el consumidor final de entre 50 céntimos y 1 euros por placa.
En lo que respecta a los aspectos técnicos, se mantiene la exigencia de la no decoloración de la placa con el paso del tiempo o la acción de fenómenos como la lluvia, aspectos que deben tener en cuenta los talleres al manipular las placas de la matrícula, una actividad que está reglamentada y que necesita de una autorización previa para llevarse a cabo por un centro de reparación.