ITV y talleres, una relación para reducir la siniestralidad

La obligación de pasar la ITV a los vehículos no ha existido siempre. Concretamente fue en 1981 cuando se estableció la obligatoriedad de superarla para circular, momento en el que las estaciones y los talleres comenzaron una relación que continúa hoy en día.

En un primer momento el objetivo de esta inspección fue disminuir la siniestralidad en las carreteras por lo que desde que fue obligatoria los conductores comenzaron a acostumbrarse a realizar visitas a los talleres de reparación para solucionar problemas que les impedirían superar las pruebas.

La ITV fomentó la mecánica de mantenimiento e hizo que los usuarios fueran más conscientes del estado de sus vehículos, impidiéndolos circular si alguno de sus componentes no estaban en condiciones óptimas. Neumáticos, iluminación o sistema de frenado fueron elementos que comenzaron a revisarse con asiduidad por miedo a suspender el examen.

En un principio, como señala Madrid ITV, sólo era obligatoria para vehículos industriales. Fue a partir de 1987 cuando se extendió al resto de vehículos. Para llegar al actual estado de la prueba hicieron falta varios reales decretos, el último en mayo de 2018 para controlar las emisiones de gases de los automóviles.

En el último año se han establecido nuevos elementos en la Inspección Técnica, como el sistema de diagnóstico a bordo (OBD) y el control de emisiones a través del OBD de los vehículos Euro 5 y Euro 6. También se reforzaron los procedimientos de formación de los trabajadores que realizan las inspecciones de los vehículos, y se ha establecido la libre elección de la estación para pasar la segunda inspección o la posibilidad de pasar la ITV hasta un mes antes de la fecha de su vencimiento.