Doga Parts se ha mudado. Sus nuevas instalaciones se encuentran en el polígono de la localidad de Castellolí (Barcelona), junto a la autovía A2, a unos 15 kilómetros de su antigua sede, en Esparreguera. Su nueva ubicación permite que las conexiones resulten inmejorables.
"El nuevo centro ha sido hecho a conciencia para la actividad de Doga. Hemos pasado de 3.800 a 5.000 metros cuadrados. Las antiguas instalaciones estaban divididas en cuatro zonas, ahora es todo un mismo espacio diáfano, nuestro parque logístico está abierto y eso facilita mucho la actividad dentro. Además, contamos con 300 metros cuadrados de oficinas equipadas con nuevos materiales", explica Roger Palacín, responsable de Marketing y gestión de productos de Doga Parts, a Infotaller.
Aunque el traslado se ha completado tres meses después de la fecha prevista, Doga Parts lleva más de una semana en su nueva ubicación. "La apertura estaba pensada para mediados o finales de febrero pero la crisis del coronavirus ha demorado el proceso. Sin embargo, no hay mal que por bien no venga. Nos hubiéramos visto obligados a cerrar unos cuatro días para hacer el cambio y así hemos podido hacerlo con tranquilidad y seguridad".
Un cambio que esperaban con muchas ganas desde Doga Parts. La noticia del traslado de su sede se conoció a principios de 2019 y desde entonces han trabajado para hacer de este nuevo espacio un lugar donde desarrollar su actividad mejorando el servicio y la atención al cliente.
