Coches eléctricos y autónomos, un desafío para las aseguradoras
¿Cómo son sus pólizas? ¿Cómo se evalúa el precio de sus averías? Las firmas señalan que se están adaptando a estas nuevas realidades.
La idea tradicional de los automóviles poco a poco se va transformando con la llegada de los coches eléctricos, los vehículos compartidos y la conducción autónoma. Grandes cambios que vienen acompañados de grandes retos, tanto para los usuarios como para el propio sector. Uno de los agentes que debe adaptarse a las nuevas situaciones son las compañías de seguros.
Así, por ejemplo, la presencia de los vehículos eléctricos de la marca Tesla, tal y como publica Cinco Días, supone un problema debido a que su tecnología resulta completamente ajena a las averías que normalmente se pueden solucionar en un taller de reparación convencional, motivo por el que, en la mayoría de los casos, deben enviarse a centros de reparación ubicados en Holanda o Francia.
Ante esta perspectiva, ¿cómo es el seguro de estos vehículos? ¿Cómo se evalúa el precio de las averías? Las pólizas suelen estar entre los 1.500 y 3.000 euros al año, dependiendo de las coberturas elegidas, señala el citado medio, que subraya que la tecnología de las baterías y los sensores para la conducción semiautomática tienen unos costes de reparación muy altos.
Tanto es así que, en Estados Unidos, algunas compañías han tenido que subir el precio de las pólizas al haber tenido una mayor siniestralidad de la esperada.
¿Y qué ocurre con los coches autónomos? ¿Quién es el responsable? De momento, las firmas se plantean que la responsabilidad debería tenerla el fabricante y no el conductor.
“Las grandes aseguradoras están buscando asociarse con nuevos jugadores que les permitan entrar en nuevos nichos del mercado de la automoción, pero muchas veces son contratos que no salen muy rentables. Se da el paso por una decisión estratégica”, explica Carlos Ordóñez, director de tecnología digital de Mapfre.
Todo ello, obliga al sector a evolucionar, ya que el siniestro, la base en la que se asienta la filosofía de las aseguradoras, tendería a reducirse. “Puede que en unos años hasta desaparezcan los siniestros de automóvil”, reconocía recientemente el presidente de Mapfre, Antonio Huertas. “Si así fuera, tocará reinventarnos, pero siempre surgirán nuevos riesgos que asegurar”.
Por último, el coche compartido es otra de las nuevas tendencias que comienzan a contemplar las aseguradoras. La fórmula por la que parecen optar las firmas es establecer una franquicia alta, de forma que los daños que sufra el vehículo correrán a cargo del conductor, hasta un límite de 500 euros, cubriendo, además, los daños ocasionados a terceros.
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