Seguimos añadiendo capítulos al escándalo Volkswagen, porque sólo unos días después de que Seat haya admitido que 32.000 de sus coches están afectados por las manipulaciones de las emisiones de CO2, Audi reconoce irregularidades en los motores V6 de tres litros.

Según ha informado la marca de los aros, estos propulsores cuentan con tres dispositivos que no han sido debidamente documentados ante la agencia medioambiental estadounidense, por lo que ahora tendrá que "revisar parámetros en el software instalado en la versión estadounidense de los motores V6 TDI 3.0, documentarlos detalladamente y solicitar nueva autorización en EEUU".

Así lo ha explicado Audi en un comunicado en el que detalla que, de los tres dispositivos, hay uno que está relacionado con el acondicionamiento de la temperatura del sistema de limpieza de los gases de escape que es considerado "de manipulación" por la legislación estadounidense. Los otros dos están vinculados con el sistema de catalización.

Como medida preventiva, Audi ha paralizado las ventas de los modelos que llevan este motor en Estados Unidos y aunque ha dado una cifra concreta de lo que le costará actualizar el software sí ha dicho que será una cantidad de millones de euros que comience con "dos digitos".