Sólo el 28% de las reparaciones en España supera los 1.200 euros, mientras en Europa son más de la mitad

En Europa, más de la mitad de las reparaciones tienen un importe medio superior a los 1.200 euros, mientras que en España son sólo el 28% las que rebasan ese guarismo. De hecho, el importe medio habitual en nuestro país está en la franja de 300 a 1.200 euros, con el 52% de las reparaciones, cuando en Europa, esa cifra en este caso es inferior, el 39% de las operaciones.

La realidad es que España repara en promedio coches más viejos que Europa. Así se desprende del informe de Solera, la compañía tecnológica experta en todo el ciclo de vida del automóvil, presentado hoy con motivo de la celebración de Expo Ganvam en Madrid. Estos datos no son más que otra manera de revelar el envejecimiento del parque automovilístico en España y queda demostrado por las recién enumeradas connotaciones para la posventa, como por ejemplo, en términos de cuantía de las reparaciones. 

Y es que, en nuestro país, el 32% de las reparaciones son en vehículos de más de diez años, frente al 23% de Europa. En una comparativa con Europa, España sólo lidera en términos de reparabilidad, es decir, de generar más sostenibilidad en el taller al reparar más que sustituir. En nuestro país, la media de piezas sustituidas en una operación son cinco frente a las casi nueve en Europa. Y de piezas reparadas, España tiene un promedio de 2 versus un 1,3 del mercado europeo.

España, talón de Aquiles en la renovación del parque

El informe de Solera constata como la renovación del parque en Europa tiene en España, junto con otros países como Portugal, a su talón de Aquiles. Y es que el parque español sigue creciendo, con una tendencia instalada de un millón de matriculaciones versus 700.000 bajas, lo que hace que cada año el número de vehículos crezca en torno a 300.000.

Si a esto le añadimos que aún seis de cada diez coches son diésel y un 34%, de gasolina; el parque se sigue estirando al ritmo de la combustión. Y todo queda en manos de los particulares, que tienen el 90% de los coches en circulación y son el 80% de la facturación de los talleres.

 “Hay más coches de 15 años que de menos de diez años y nuestro parque no cesa de crecer, por lo que deben volver las ayudas al achatarramiento, que pueden enfocarse en primer lugar en los más de siete millones de coches sin etiquetas; como la responsabilidad recae en el ciudadano de a pie y comprarse un vehículo depende de la renta y de cuánto puedes pagar al mes por la letra, deberían complementarse con ayudas a la compra que promuevan dar un salto de etiqueta: a más sostenible, mayor cuantía”, sentencia José Luis Gata, Business Development Manager de Solera.