Los usuarios del taller, cada vez más independientes e informados

Ramón Rubio, director de Carlider, ha analizado en exclusiva para Infotaller las tendencias de futuro para el taller, la realidad actual y la presencia de Carlider en el sector, una red adaptada a las exigencias de los conductores, “cada vez más independientes e informados, que no quieren perder tiempo a la hora de realizar el mantenimiento de sus vehículos. Y es que internet ha cambiado las reglas del juego”.

¿Qué es Carlider?

Para comprender que es Carlider tenemos que remontarnos a finales de 2013, con el nacimiento de Lassa Center, una idea desarrollada y promovida entre el fabricante de neumáticos Brisa Bridgestone Sabancı Tyre Manufacturing Trading Inc. y el distribuidor Safame Comercial, perteneciente al Grupo Mesas. Con un concepto flexible de asociación con una marca de neumáticos, los talleres no se ven obligados a pagar canon de entrada, cuotas mensuales, ni a cumplir objetivos de venta irrealizables y, lo que es más importante, mantienen su independencia.

Conforme va creciendo Lassa Center se van incorporando nuevos servicios, por ejemplo, en 2015 se incorporó la garantía de Neumáticos Lassa.

Tomando como referencia las bases de Lassa Center, a finales de 2016 nace Carlider, marca registrada de Safame Comercial. Este proyecto va destinado a especialistas del neumático, seleccionados minuciosamente según unos criterios de calidad establecidos.

¿Por qué habéis apostado por este cambio de nombre y de imagen?

Carlider es el desarrollo de una marca destinada a crear un lazo emocional con el usuario, tanto online como offline.

¿Carlider ofrece algún servicio distinto a Lassa Center?

Sí, además de ampliar los que ya se ofrecían. Carlider da una cobertura 360º al taller, ofreciendo un programa muy completo (marketing, compras, ventas, formación, información, ayuda en la gestión, desarrollo de marca, etc.), adaptado a las exigencias de los conductores, cada vez más independientes e informados, que no quieren perder tiempo a la hora de realizar el mantenimiento de sus vehículos. Y es que internet ha cambiado las reglas del juego.

Toda esta cobertura está presente en la página corporativa de la red, www.carlider.es, donde tanto el usuario final como el Centro Carlider disponen de su propia área con acceso directo a todos los servicios.

¿Cómo se compone la red de centros?

En Carlider tenemos un plan de expansión por todo el territorio nacional. Nuestra intención es crecer aportando valor, de nada nos sirve llenar el mapa de puntos si no estamos ayudando a generar negocio. En la actualidad disponemos de 9 centros, localizados en diferentes zonas del país: Albacete, Alicante, Cádiz, Cuenca, Madrid, Toledo y Murcia. Se prevé llegar a los 12 centros al finalizar el 2018.

¿Qué objetivos tenéis para este año?

Nuestro objetivo en 2018 es reforzar la presencia de Carlider y Neumáticos Lassa en el mercado nacional, superando las expectativas de nuestros clientes.

ILEGALES, VEHÍCULO ELÉCTRICO Y MOVILIDAD COMPARTIDA

¿La crisis ha pasado para el taller de reparación?

Desde 2008 en adelante, las reparaciones se limitaron a lo indispensable para que el vehículo pudiera circular y pasar la ITV, descuidando detalles que podían afectar a la seguridad. Ya en el año 2016 comenzaron a recuperarse de la crisis. De momento, la gran lucha del sector está en la aparición de talleres de reparación ilegales, en su mayoría promovidos por mecánicos que se quedaron sin empleo.

¿Están preparados los talleres para la implantación de los vehículos eléctricos?

Será un hecho en el futuro la implantación del coche eléctrico puro, pues vemos cómo los híbridos en la actualidad se hacen hueco en el mercado. Para el taller tradicional, es una oportunidad para realizar los mantenimientos y reparaciones de estos nuevos vehículos. Desde Carlider trabajamos para que el taller esté preparado para las exigencias actuales.

¿Afectan las nuevas formas de movilidad – coches compartidos – al negocio del taller?

El taller se verá afectado no tanto en volumen de trabajo, pero sí en tipología de cliente, pues entrará en juego más un negocio B2B que B2C, por lo que el taller necesitará adaptarse al cliente y servicio.