Calibración de actuador de doble embrague seco: guía para evitar errores
Valeo ha elaborado una formación técnica en vídeo para detallar los pasos a seguir a la hora de realizar este proceso, fundamental a la hora de sustituir este tipo de embragues.
La sustitución de embrague es uno de los trabajos más laboriosos del taller, dada la complejidad de piezas con la introducción de diferentes modelos. En el caso de aquellos embragues secos dobles, presentes en muchos vehículos de las marcas Hyundai o Kia, en versiones diésel, gasolina e híbridos, y en los que es fundamental la calibración de los actuadores electromecánicos.
Para facilitar la tarea, Valeo, a través de José Cacho, uno de sus formadores técnicos ha elaborado una formación en vídeo para explicar el proceso de calibración de estos elementos, que son los que aplican o liberan la fuerza sobre los diafragmas del conjunto de presión, permitiendo el embragado o el desembragado de cada uno de los discos, el de las marchas pares y el de las marchas impares.
"Otra función es ir ajustándose y asumir el desgaste de los forros de fricción para asegurar un cambio de marcha suave, ágil y rápido. Esto se realiza gracias a su mecanismo interno, con dos levas de posición que van a ser los encargados de ir ajustándose al desgaste a gracias a su mecanismo interno, con dos levas que van ajustándose a los forros de fricción", explica Cacho.
Es por ello que a la hora de la sustitución del vehículo, es necesaria la calibración a la posición inicial del actuador.
Medición matemática
El proceso empieza con la retirada del actuador de la caja de cambios. Hay que desatornillar la carcasa y los tornillos de sujeción del actuador, para retirarlo de las horquillas de desembrague.
Una vez extraído, hay que ubicarlo en el útil de medición para comprobar el ajuste que han realizado las varillas a lo largo de su funcionamiento. Obtenida esas medidas de los dos vástagos, hay que aplicar dos operaciones matemáticas sencillas. La primera, resulta tan sencilla como restar el valor medido al que presenta en su versión original. El objetivo es calcular el desgaste.
Tras ello, necesitamos saber el número de vueltas de tuerca necesarios para apretar. Teniendo en cuenta que cuatro vueltas de tuerca suponen un 1mm, hay que multiplicar cuatro por la medición. Por ejemplo, si queremos recuperar 40mm de recorrido deberemos dar 160 vueltas de tuerca para llevarlo a su posición inicial.
Estos cálculos se repiten en el otro actuador, en función del desgaste que este haya sufrido. Es necesario destacar que según la caja de cambio, la longitud inicial será diferente, pero el proceso será similar.
Por último, se realiza la introducción, realizando una marca para contar el número de vueltas, que serán en sentido antihorario. Una vez dadas el numero de vueltas correspondiente, volvemos a medir para comprobar que los vástagos están en su medida inicial, según la especificación del fabricante.
Si están correctas, se habría terminado la calibración para ser dispuesta sobre la caja de cambios.
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