¿Por qué es importante la lubricación en el turbocompresor?
Ajusa explica cómo funciona este sistema de sobrealimentación, que ofrece mayor potencia al motor con menor consumo.
La lubricación del turbocompresor es fundamental para evitar su deterioro y mantener la temperatura adecuada durante el funcionamiento del motor. Se trata de un sistema de sobrealimentación cuya función es comprimir los gases y expulsarlos con mayor presión a cilindros, ofreciendo una potencia extra al motor (con menor consumo).
El turbocompresor es un elemento sometido a unas condiciones muy exigentes, como las elevadas revoluciones de giro o la alta temperatura. Para evitar el fallo del turbo, Ajusa recomienda, en primer lugar, asegurarse de una lubricación correcta.
Además, el fabricante aconseja sustituir la línea de alimentación de aceite al turbocompresor. También es importante utilizar el aceite adecuado y cambiarlo cuando recomienda el fabricante. Hay que asegurarse de que el nivel de aceite sea correcto en todo momento.
Finalmente, Ajusa recomienda revisar el buen estado de la bomba de aceite y la conservación de los conductos, especialmente del tubo de engrase.
En concreto, este tubo de engrase juega un papel fundamental en la lubricación del turbocompresor, ya que será el componente encargado de introducir el aceite al eje de la turbina.
Principales motivos de fallo del turbo
Entre las causas más comunes por las que este componente se avería se encuentran:
- El deterioro de la línea o fuga en alguna de sus conexiones.
- Las paredes internas del tubo se han obstruido por el uso de aceites inadecuados.
- Las paredes se han atascado, impidiendo el normal paso del aceite, como consecuencia de los restos de aceite carbonizados que se depositan.
- La reutilización de una línea con conexiones deformadas tras su apriete, lo que supone un riesgo de fuga.
Para ayudar a los profesionales del sector a realizar la reparación de estos componentes, Ajusa ha presentado un vídeo tutorial.
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