Cómo funcionan los sistemas de tratamiento de gases de escape Bosch
Destacan tecnologías como los sensores de presión y partículas o el sistema Denoxtronic.
Como bien sabemos, los sistemas de tratamiento de gases de escape sirven para controlar y reducir los niveles de gases emitidos a la atmósfera durante el proceso de combustión de un vehículo. Todos estos sistemas incorporan sensores y actuadores, encargados de monitorizar todo el proceso de tratamiento de gases de escape.
El fabricante alemán Bosch ofrece los principales componentes de este tipo en el mercado de recambios a través de su división Automotive Aftermarket. Destacan tecnologías como el catalizador con filtro de partículas, la recirculación de los gases de escape o el sistema Denoxtronic con el agente reductor AdBlue, necesarios para mejorar la eficiencia de los modernos motores de combustión.
Es el caso de las sondas lambda, encargadas de medir el contenido de oxígeno en los gases de escape, lo que permite controlar si la composición de la mezcla de aire y combustible es óptima, para que el motor funcione de forma suave, potente, eficiente y económica. Los motores más modernos utilizan dos sondas lambda, una montada delante del catalizador y otra detrás del mismo. Es recomendable revisarlas cada 30.000 kilómetros,
El sensor de presión diferencial mide la diferencia de presión que hay en los gases de escape entre la entrada y la salida del filtro de partículas, por lo que también se le conoce como sensor del filtro de partículas. Si presenta valores de saturación a partir de la presión diferencial fuera del umbral teórico, la unidad de control iniciará un ciclo de regeneración para quemar el hollín. Debe estar en condiciones óptimas, ya que un funcionamiento incorrecto provocará que se efectúen regeneraciones innecesarias.
Por su parte, el sensor de partículas está integrado en el tubo de escape, después del catalizador, y monitoriza el funcionamiento del filtro de partículas. Este componente incorpora una unidad de control propia (SCU), conectada a la unidad de control del motor (ECU), por lo que esta tiene que estar equipada con el software de monitorización adecuado para evaluar la señal que recibe del sensor de partículas.
Finalmente, el sistema de dosificación Denoxtronic, en combinación con el catalizador SCR (Selective Catalytic Reduction), mejora la eficiencia de los motores diésel y reduce las emisiones de óxidos de nitrógeno. Una bomba succiona el agente reductor AdBlue y lo bombea hacia el inyector del sistema. La ECU del motor es la encargada de controlar al inyector, el cual inyecta una dosificación en el tubo de escape.
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