Cómo detectar averías gracias a los ruidos del embrague
Estos sonidos pueden ser claves para averiguar el problema que tiene el sistema.
La llegada al taller de clientes indicando diferentes tipos de ruidos en su vehículo pueden resultar muy indicativos a la hora de detectar una posible avería en el sistema de embrague.
En un artículo que publica Ro-des en su web, señala que el primer paso que aconsejan los especialistas para averiguar el origen de cada uno de los sonidos detectados es activar el freno de mano y, sin introducir ninguna marcha, arrancar el motor.
Así, podremos escuchar, por ejemplo, el sonido de rozamiento cuando embragamos, lo cual puede significar que el mando de transmisión no está bien ajustado o no ha sido bien instalado.
Otro de los ruidos que se pueden detectar es un chirrido al mantener pisado el embrague. En el caso de que parezca un crujido, puede que sea por el desgaste de la rótula de la horquilla de embrague. Si es un sonido similar a un grillo, querrá decir que se está desgastando en exceso el rodamiento de empuje.
Asimismo, los expertos apuntan que si el sonido se oye cuando el coche está en punto muerto y desaparece cuando se pisa lentamente el embrague sin acelerar, también es indicativo de un deterioro de la horquilla de embrague.
Los especialistas explican que aquellos ruidos que aumentan al pisar lateralmente el pedal, al ir a bajas velocidades o al aparcar marcha atrás es una clara señal de que hay que reemplazar el collarín.
En el caso de que no se pueda desembragar tras embragar de forma ruidosa, querrá decir que el amortiguador del disco se ha desgastado por embragar siempre a altas revoluciones y ha quedado destruido.
Por otro lado, los técnicos recomiendan sustituir todo el sistema de embrague cuando sea necesario reemplazar un elemento de este dispositivo. Así, se evitará tener que repetir en un corto periodo de tiempo otra reparación.
Por último, los mecánicos aconsejan mantener una óptima lubricación del sistema ya que esto disminuye las posibilidades de que aparezcan ruidos relacionados con el desgaste de los componentes del embrague.
Asimismo, y con el fin de alargar la vida del embrague, los técnicos explican que se deben eliminar ciertos hábitos, como mantener el pie apoyado en el embrague mientras conducimos para no accionarlo innecesariamente, ni hacer cambios de marcha bruscos o a elevadas revoluciones.
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