Las colas de Semana Santa en los cargadores Tesla reavivan el debate de la electromovilidad
Desde el sector como desde el Gobierno apaciguan los ánimos ante lo que consideran episodios puntuales concentrados en dos estaciones, que se saturaron por ser más fiables y baratos que los de otras compañías. ¿Es la realidad o España no está preparada para asumir el reto del coche eléctrico?
Las largas esperas, de hasta dos horas, registradas en los supercargadores de Tesla en La Gineta (Albacete) y Atalaya del Cañavate (Cuenca) durante la pasada Semana Santa han reavivado el debate en la opinión pública de hasta qué punto España está preparada para la movilidad eléctrica.
Sin embargo, aunque conscientes de las necesidades de mejora que presenta el país, a la cola de la electromovilidad en Europa, tanto desde el sector como desde el Gobierno apaciguan los ánimos ante lo que consideran episodios puntuales concentrados en dos estaciones -con 18 supercargadores en total- del fabricante estadounidense en la autovía que une Madrid con la Comunidad Valenciana.
De hecho, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado que si bien a veces se producen desajustes, con carácter general esto no es así ya que hay puntos de recarga que permiten que si uno se programa bien el viaje pueda estar mucho más tranquilo. Aún abogando por continuar aumentando la red de recarga en el país, Ribera incidía en el hecho de que las colas se habían concentrado en una marca, Tesla, que cuenta con puntos ultrarrápidos que son, además, la referencia que usan los propietarios de estos vehículos.
La clave: buenos precios para conductores de Tesla
A tenor de Electromaps, a lo largo de los 360 kilómetros que separan Madrid y Valencia existe en torno a una veintena de estaciones con puntos de recarga rápida, de más de 100 kilovatios (kW).
Esta ruta ha sido calculada de la manera más recta posible y no se ha tenido en cuenta la infraestructura operativa en los polos urbanos de estas dos grandes ciudades pues, de lo contrario, los números se dispararían.
Las instalaciones están a disposición de todos los vehículos eléctricos, pero los conductores de Tesla suelen decantarse por los supercargadores de la propia marca, mejor valorados, que ofrecen una experiencia fiable y completa -sin necesidad de adaptador alguno- y, sobre todo, notables ventajas en el precio.
Conforme a la información recogida en la propia página web del gigante estadounidense, las estaciones de La Gineta y Atalaya del Cañavate cuentan con ocho y diez supercargadores de hasta 150 kW, respectivamente, disponibles de forma ininterrumpida.
A diferencia de otros puntos instalados por la compañía, están abiertos a vehículos Tesla y otros eléctricos compatibles con el sistema de carga combinado CCS, que se utiliza en Europa y América del Norte.
El revuelo ha pillado por sorpresa a usuarios de esta tecnología, que a través de las redes sociales han mostrado su estupor ante la polémica por las esperas, algo que ocurre de forma muy puntual, aseguran, e incluso ilustran sus mensajes con imágenes similares de ocasiones anteriores como "un sábado cualquiera" del pasado otoño.
De cara al puente de mayo, ya hay quienes recomiendan a estos conductores que se instalen aplicaciones móviles alternativas, como la de Zunder, que disponía de puntos vecinos a los abarrotados de Tesla en Cuenca, para evitar "otra procesión como la de Semana Santa".
Infraestructura suficiente para el parque actual
En líneas generales y desde hace ya algún tiempo, el sentir del sector es que en España la red de recarga no es un problema, sino que los obstáculos a la electromovilidad, la cual hay que acelerar para alcanzar los objetivos fijados por la Unión Europea, vendrían del lado de la renta disponible y el diseño de las ayudas públicas.
Hace unas semanas, la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive) publicó su último Anuario, según el cual el país cerró 2023 con 30.350 puntos de recarga públicos operativos, un 41% más en comparativa interanual, con un fuerte crecimiento de más del 90% de los ultrarrápidos.
A la luz de estos datos, el director general de Aedive, Arturo Pérez de Lucia, cree que "cualquiera que diga que no hay infraestructura de recarga en España no dice la verdad", pues existe la suficiente para los vehículos que hay. Él mismo argumentaba, días antes del dispositivo especial de Semana Santa, que no había instalaciones ultrasaturadas, salvo en días concretos como las operaciones salida por vacaciones, y lo comparaba a las situaciones sufridas por los vehículos de combustión en las gasolineras.
La ratio de uso medio de los puntos de recarga en el último año fue, concretamente, del 6,3%, lo que daría cuenta de que el despliegue está por encima de las necesidades actuales.
Otra cuestión, relacionada pero diferente, es la velocidad de los puntos, pues tan sólo alrededor del 30% cuenta con una potencia superior a los 22 kW, con un tiempo de carga de hasta tres horas.
En este escenario, las dudas ahora están en si se llegará a tiempo de cumplir con las metas de la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima o Pniec, que prevé 5,5 millones de vehículos eléctricos para 2030 cuando, a cierre del pasado diciembre, el parque móvil se quedaba a las puertas de los 466.200.
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