Las operaciones de chapa y pintura pueden dar como resultado imperfecciones en la carrocería de los vehículos. CertifiedFirst ha elaborado un artículo en su blog en el que explica cuáles son las más comunes, que los profesionales deben evitar de cara al cliente.

Entre ellas, destaca la piel de naranja. La red de talleres explica que se produce cuando la superficie de pintura es irregular. Se localiza en la capa de color y barniz.

La carrocería también puede estar “arrugada” —surcos que aparecen en la superficie de la pintura— o presentar descuelgues (también llamados cortinas), es decir, zonas en las que parece que la pintura se ha escurrido. En este caso, se pueden producir abombamientos, recuerda la empresa.

Antiestéticas resultan también las ampollas, similares a las que aparecen en la piel cuando nos quemamos, así como las grietas (conocidas como craquelados o cuarteados).

Para evitar tener problemas en la “piel” de los vehículos, la marca especialista en chapa y pintura recuerda a profesionales y usuarios que es fundamental acudir a profesionales del repintado y disponer de “buenos productos, una aplicación rigurosa y un estricto respeto a los tiempos de secado”.