Cómo tratar la corrosión interior
Este problema surge de la mala preparación del metal o de la infiltración de humedad en el sustrato.
Cuanto la superficie de la pintura presenta elevaciones, similares a ampollas, de forma irregular, puede deberse a la presencia de corrosión interior. Esta surge como consecuencia de la mala preparación del metal antes de pintar, por una limpieza insuficiente, escasa eliminación del óxido o una retirada incompleta de las partículas de metal que quedan en la superficie tras el lijado.
Este defecto también puede deberse a los daños mecánicos en la superficie pintada, como los producidos por gravilla o arañazos, que provocan la infiltración de la humedad en las capas subyacentes o en el sustrato de metal. El sellado insuficiente o inexistente de las cavidades perforadas por corrosión y la formación de óxido superficial son otras de las causas de la corrosión interior.
Para reparar estos daños, Glasurit recomienda en primer lugar limpiar a fondo la superficie metálica con un limpiador de metales. A continuación, eliminar todo el sistema de pintura y el óxido de las zonas afectadas mediante lijado, decapado o chorro de arena, hasta obtener un sustrato de metal desnudo.
El siguiente paso es proteger con estaño todas las uniones soldadas y volver a limpiar el área con un limpiador de metales y un limpiador de ceras y siliconas.
A continuación, imprimar todas las áreas atacadas por el chorro de arena, sellar y proteger todas las áreas siguiendo las recomendaciones y repintar usando los fondos y esmaltes recomendados.
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