Mónica Gutiérrez, directora de Posventa en un taller de V.I. y consagrada a atraer mujeres a la automoción
Socia fundadora y directora de Posventa del taller de vehículo industrial V.I.Serveis, habla con Infotaller sobre la importancia de avanzar en materia de paridad de género en el taller. Cuestión en la que predica con el ejemplo y eso incluye, por supuesto, la contratación de reparadoras.
V.I. Serveis es un taller de vehículo industrial asociado al Gremi de Talleres de Barcelona, especializado principalmente en autobuses eléctricos, y también en gas e hidrógeno. Al frente se encuentran Mónica Gutiérrez, socia fundadora de este negocio establecido en 2013 en la Ciudad Condal, quien es además su directora de Posventa desde hace tres años, y su socio Antonio Agüera, quien es director general.
Si bien Mónica Gutiérrez (35 años), llegó al sector por casualidad sigue en él porque se lo ha ganado. Además de haber dedicado toda su vida a la empresa, cuenta con el grado de Automoción y está cursando estudios de ingeniería en la actualidad.
Su historia merece ser contada no solo por ser singular, sino también porque su experiencia le ha llevado a instaurar una política de paridad en sus equipos, y eso incluye al personal de reparación. Porque Mónica Gutiérrez tiene claro que la automoción es un mundo masculino y también que no debería serlo, y así se lo ha trasladado a Infotaller en esta entrevista.
Su llegada a la posventa
Mónica Gutiérrez llegó al sector por casualidad. A los 17 años comenzó a estudiar un grado superior de Administración y Finanzas: "Empecé a estudiar Administración y Finanzas, y cuando llegó el momento de hacer las prácticas me cogieron en una empresa dedicada a la reparación y el mantenimiento de vehículo industrial".
Aquella experiencia no sería corta: "Estuve allí diez años. Empecé haciendo labores administrativas sencillas y acabé por convertirme en un comodín para todo aquello que hacía falta. Estuve de cajera cobrando el gasoil, en recambios, en el departamento de Calidad, en Contabilidad... Toqué de todo".
Rescatando a sus compañeros
Sin embargo, el destino, o más bien la crisis de 2008, hizo que aquel taller bajase la persiana definitivamente en 2013. Cuestión que sin duda escamó a Mónica Gutiérrez; tanto que junto a tres de sus compañeros, decidió capitalizar su paro y montar un negocio para continuar atendiendo a los clientes de siempre, haciendo lo que ya sabían.
"Nos juntamos cuatro personas, hicimos una cooperativa y fuimos rescatando a los compañeros que habían despedido, que eran unas 24 personas, a medida que teníamos posibilidades de pagar los sueldos", explica.
Quisieron hacer las cosas bien, porque como dice el refrán, lo bien hecho bien parece: "Nos certificamos en la ISO de calidad y la empresa fue creciendo. En 2015 empezamos con la electromovilidad, trabajando los primeros autobuses híbridos y eléctricos, con Solaris e Irizar con el proyecto zEus en el que participaba TMB. Y, poco a poco, nos fuimos especializando en electromovilidad".
Aquellos esfuerzos dieron sus frutos, porque así, poco a poco, crecieron: la plantilla ahora cuenta con 38 trabajadores, y subiendo.
Un título ganado a pulso
Desde hace tres años Mónica Gutiérrez ejerce como directora de posventa. Y lo cierto es que ese título se lo ha ganado a pulso: "Cuando tienes un negocio tienes que saber de qué va, aprender, formarte y estudiar todo aquello que sea necesario. Es por eso por lo que decidí estudiar el grado superior de Técnico Superior de Automoción. También hice formaciones de todo tipo, de aire acondicionado, cargadores, buses híbridos y eléctricos... etc.".
Pero no se quedó ahí: "Cuando terminé el grado el año pasado empecé a estudiar Ingeniería Mecánica".
Que las mujeres no sean la excepción
"Este es el único sector que conozco y es totalmente masculino", asegura la directora de posventa de de V.I. Serveis, tajante y haciendo hincapié en que sobre todo ocurre en la parte técnica: "En la parte administrativa suele haber mas chicas, pero en la parte técnica si que es difícil encontrar a una mujer. De hecho, cuando yo iba a automoción era la única chica y en las reuniones suelo serlo. Se nota que no hay mujeres en este sector".
Las anteriores declaraciones son la pura definición del denominado 'Síndrome de Pitufina', la presentación de un único personaje femenino en medio de un elenco de personajes masculinos. Un recurso narrativo que establece además lo masculino como norma y lo femenino como excepción, siendo esa precisamente la cruzada de Mónica Gutiérrez, a la que está dedicada en cuerpo y alma: conseguir que haya más mujeres en la "aldea" del sector, que lo femenino no sea la excepción.
"Después de todos estos años en el sector he comprendido que las mujeres no están porque no han sido informadas. No solo pueden ser administrativas, contables o comerciales... Pueden hacer muchísimo más".
Un hacer y no un decir
El objetivo de Mónica Gutiérrez, conseguir paridad verdadera, es real. No es una cuestión aspiracional, y es por eso que V.I. Serveis colabora con bastantes servicios de Barcelona, como la fundación Exit, o con colegios y centros educativos: "Siempre les mostramos nuestro interés en ofrecer oportunidades a personas jóvenes, especialmente a chicas, para la parte técnica".
La educación es parte de la lucha de Mónica, quien quiere concienciar a los colegios de la importancia de informar a los jóvenes durante la ESO: "Ese es el momento para guiarles de lo que pueden estudiar, no cuando tienen 18".
Asegura además que hay que insistir en que se informe a todos por igual, que "no solo se informe a las chicas de peluquería y a los chicos de automoción": "Ahora no es como antes y la fuerza física ya no es tan importante, ya no constituye un límite, las capacidades que tenemos son las mismas. De hecho, diría que a veces las mujeres incluso tienen más capacidad analítica, lo que es positivo. Ahora existen herramientas y muchas de las tareas se ejecutan a nivel técnico, con software".
Un toque diferente
La socia fundadora y directora de posventa de V.I. Serveis le contaba a la periodista que además las mujeres siempre aportan un enfoque diferente en el sector: "Cuando vino la primera chica de prácticas para reparar rápidamente nos dimos cuenta de que su forma de trabajar era diferente y que esta además aportaba muchísimo al taller. Nos ofrecía más capacidad y nos ayuda a reflexionar".
Aquella chica no fue (ni será) la única: "Cuando ella se fue, un colegio nos recomendó a Marwa. Era una chica musulmana que venía de enfermería y acababa de hacer Automoción. Necesitaba hacer las prácticas y al final se quedó con nosotros, lleva ya dos años. Ahora estudia Ingeniería en Automoción y es fija en la empresa. Sigue con nosotros porque es su vocación y pese a que a su madre le daba mucho miedo que trabajase aquí por los camiones tan grandes y los autobuses".
¿Discriminada por ser joven o por ser mujer?
Pronto se dio de bruces con la discriminación: "Empecé muy jovencita en la empresa y a los 23 años ya tenía ciertas responsabilidades. Fue entonces cuando descubrí que existía cierta reticencia por parte de algunas personas. Pensaba que era por mi juventud".
Ahora, años después, le sigue ocurriendo: "Siempre me encuentro con que ciertas personas piden la validación de mi socio. También con personas que solicitan que les pase con el responsable de talleres sin preguntar quién soy. Tengo más que comprobado que si en la sala hay cuatro mujeres y un hombre la persona que entra por la puerta se dirige siempre al hombre".
Considera que la sociedad está "poco acostumbrada" a las mujeres en este sector: "Creo que la sociedad está poco acostumbrada a que las chicas ahora seamos capaces, podamos estudiar y dedicarnos a cualquier oficio. Y de hecho, cuando eres mujer siempre te preguntan la formación, necesitas decir que has estudiado Automoción o que eres ingeniera para conseguir credibilidad, y con los hombres esto no sucede... A mi socio jamás le preguntan por su formación y yo siempre tengo que explicarlo todo".
Igualdad en el taller
Pese a esas incómodas situaciones, Mónica Gutiérrez asegura que en V.I. Serveis tienen mucha suerte: "Nuestros chicos son fantásticos y ellos se comportan con ellas como se tienen que comportar: con absoluta normalidad, ni las tratan peor ni las tratan mejor, porque ellas están a la altura y eso es lo que importa. Las ves debajo del camión, teñidas de negro por la grasa y están encantadas".
De hecho, en su casa el tema de la igualdad ya no abre debate: "Entre nuestras cuatro paredes esto ya no es tema de conversación. Entre quien entre por la puerta le enseñamos igual y aprendemos de esa persona".
Llegado a este punto de la entrevista la pregunta de la periodista era inevitable: ¿La paridad es real en Serveis S? La respuesta es triste a la vez que esperanzadora: "No lo es, aunque está en nuestro ADN conseguirlo. Conseguir un 50/50 es complicado porque no hay profesionales en el sector de base, no se encuentran profesionales, y cuando se encuentran a veces no son buenos. No vamos a contratar a una mujer solo porque lo sea, tiene que ser buena profesional".
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