El vehículo eléctrico hará perder 279 millones de euros a los talleres de Castilla y León

El impacto de la descarbonización y la expansión de los vehículos eléctricos costará a los talleres castellanoleoneses en torno a 279 millones de euros. Es el cálculo que ha realizado El Norte de Castilla basándose en el informe "'La descarbonización de la posventa", que presentó Solera en el pasado Congreso de Faconauto.

Así, teniendo en cuenta la estimación de Solera, los talleres perderán el 38% de su cifra de negocio a causa de la electrificación del parque. Si el sector de la posventa en Castilla y León factura actualmente 736,5 millones de euros, en 2050 ingresaría solamente 457,5 millones.

El motivo de esta merma de ingresos reside en que los automóviles con motor eléctrico no incluyen 25 piezas presentes en los automóviles tradicionales. Piezas que, por tanto, no precisarán de reparaciones en el taller. El cambio de aceite, de filtros, correa de distribución, bujías, inyectores o escapes, entre otros, suman en total más de 15.000 euros.

Si bien es cierto que las operaciones relacionadas con las baterías que mueven estos vehículos supondrán una nueva fuente de negocio para los establecimientos, no llegará a compensar esa caída de ingresos. El precio de este componente puede acercarse a los 10.000 euros, pero su ciclo de vida es de 10 años, por lo que rara vez se sustituirá en más de una ocasión.

El coche eléctrico, además, precisa de menos mano de obra. Por poner un ejemplo, cambiar la batería apenas requiere seis horas. Solera estima que el número medio de horas de trabajo caerá el 90%. En un vehículo diésel o gasolina, el coste por mano de obra se calcula en 3.429 euros por taller a lo largo de 10 años, mientras en el caso del eléctrico se reduce un 86%, hasta 489 euros.