El tsunami que espera al taller de coches
Manuel Sánchez, gerente de Cars Marobe, prevé un aluvión de trabajo producto de averías por inactividad, revisiones pendientes y caída de ventas de vehículos nuevos.
La crisis del coronavirus traerá consigo una crisis económica generaliza en todos los ámbitos. Esto afectará a empresarios y autonómos, y por tanto, a los trabajadores de los mismos, lo que terminará por repercutir en el poder adquisitivo de las familias españolas. ¿Qué pasará con todos las compras en un futuro inmediato que tenían en mente? Muchas de estas inversiones se verán aplazadas, pues hay gastos de primera necesidad que resultarán prioritarios.
Una de las decisiones que se retrasará es la compra de un vehículo nuevo, una situación que ya advierten desde los concesionarios. En este sentido, Gerardo Pérez, presidente de Faconauto calcula que tras esta crisis, el efecto tsumani posterior durará entre cinco y seis meses.
Un tiempo en el que las familias preferirán poner a punto su "viejo coche", un mantenimiento que habían retrasado en vistas a la adquisición de un nuevo vehículo, y que se convierte en la alternativa más favorable.
Manuel Sánchez, gerente y copropietario de Cars Marobe, se muestra optimista ante la situación que se avecina. Considera que el coche "es un artículo de primera necesidad" y por lo tanto espera una avalancha de coches en el taller tras descartarse la idea de comprar un nuevo vehículo. Estas visitas a los centros de reparación serán consecuencia del tiempo que han permanecido sin movimiento los automóviles, por lo que se prevé que las reparaciones estén relacionadas con:
- La batería: problemas en los sistemas de alimentación de corriente, falta de arranque en los vehículos, etc.
- Revisiones de kilometraje.
- La distribución: kits de distribución, reparación de aire acondicionado...
- Los neumáticos: un elemento cuyo cambio se retrasaba en vistas a la compra de un nuevo coche en los meses siguientes, pero que ahora se convierte en una prioridad para garantizar la seguridad.
- Las averías en la gestión del motor, relacionadas con filtros de partículas, luces de encendido, gases...
En palabras del gerente de Cars Marobe, los talleres vivirán un aluvión de trabajo tras la vuelta a la normalidad, y es que esta coincidirá además con la temporada alta de estos centros, que tiene un pico en los meses de mayo, junio y julio. A las revisiones pendientes que quedaron con el comienzo de la crisis, hay que sumar la preparación de los coches para pasar la ITV, suspendidas todo este tiempo; además de las averías provocadas por las semanas de reposo del vehículo.
De igual manera, Manuel Sánchez añade que "las ventas van a seguir cayendo", por lo que los conductores optarán por poner al día su coche, algo que traerá mucho trabajo a los talleres no oficiales. "Vivimos de los coches de cuatro años para arriba", y estos pasarán por el taller en un futuro inmediato para poder realizar las tareas de mantenimiento precisas.
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