Así se presenta la posventa post coronavirus
¿Se revitalizará el vehículo particular frente al transporte público por miedo a contagios? ¿Puede afectar un auge del teletrabajo? ¿Cómo afectará la inactividad o cuándo se volverá a la normalidad? Expertos de la posventa analizan para Infotaller el futuro del sector a corto y medio plazo.
La crisis del coronavirus y el estado de alarma decretado en España para combatir la expansión de la pandemia traerán muchos cambios en la sociedad. Y, por ende, en la posventa. Las consecuencias económicas ya han comenzado a hacer mella en las empresas del sector y se tardará varios meses hasta recuperar la normalidad. Comenzará así la era post coronavirus en la posventa.
Más allá de los problemas económicos y la incertidumbre del sector de cara al futuro, muchos expertos apuntan a que debemos partir de la premisa de que toda crisis de esta magnitud deja secuelas en la población. El resultado de estas modificaciones en los hábitos de vida puede conllevar que se interioricen como parte de esa nueva normalidad.
En este sentido, se plantea si ante este nuevo contexto se llegarán a normalizar algunas situaciones que podrían perjudicar al mercado y a la industria de la automoción, como puede ser el incentivo del teletrabajo. Si un importante porcentaje de trabajadores pasa a trabajar desde sus hogares, podría conllevar una reducción en el número de desplazamientos diarios que se producen en las ciudades y carreteras. ¿Puede suponer esto una amenaza para el sector? Está por ver. Porque también hay argumentos a favor. Expertos creen que esta crisis pueda generar una revitalización del papel del vehículo particular frente al transporte público, como un medio de transporte más seguro de cara a evitar contagios.
En China, por ejemplo, un reciente estudio realizado por la consultora de mercados Ipsos, pone de manifiesto que la intención de compra de coches se ha disparado tras el coronavirus, entre otros motivos, por la falta de confianza de los ciudadanos en el transporte público que se comentaba previamente. Sin embargo, las previsiones en España se alejan de esa perspectiva por el duro golpe que supondrá esta crisis para los bolsillos españoles. Gerardo Pérez, presidente de Faconauto, calcula que si esta situación de confinamiento y paralización del mercado se alarga durante 2 o 3 meses, "el efecto tsumani posterior durará entre 5 y 6 meses", en referencia a la avalancha de clientes.
Un punto de vista que comparte Conepa con la patronal de concesionarios. Nuria Álvarez, responsable de Relaciones Institucionales y Comunicación de la Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción, considera que la "economía española va a quedar tocada", a lo que agrega que "no somos optimistas con un aumento y rejuvenecimiento del parque". El futuro es incierto, dado que la venta de coches nuevos conlleva un flujo de trabajo a medio y largo plazo para el taller que va a verse retrasado ante las pocas ventas de vehículos mientras dure la crisis sanitaria.
Como parte positiva y tras la violenta caída de la actividad en los talleres de reparación a causa de la crisis del coronavirus y el estado de alarma, vaticina una "avalancha de los coches en los centros de reparación", ya que vehículos parados suelen sufrir problemas y averías que los conductores tendrán que solucionar. En lo que respecta al futuro del sector, "todo va a depender del tiempo que dure esta crisis", ya que de alargarse en el tiempo habrá muchas empresas que no puedan mantenerse.
Más incertidumbre que nunca
Por su parte, Joan Reixach, miembro del equipo directivo del grupo de distribución de recambios AD Parts, plantea que "la recuperación no va a ser rápida" y reflexiona sobre las consecuencias de una "crisis que va a ser más grave que la de 2008", pues hay más sectores implicados. Considera que cuando las familias logren volver a la normalidad, "la reparación y el mantenimiento del vehículo pueden no ser la prioridad", pues deberán hacer frente a otros gastos de primera necesidad.
En cuanto a los hábitos de vida de la sociedad, no cree que el teletrabajo vaya a instaurarse de forma masiva, pero "sí ha supuesto un paso adelante". Se ha comprobado que este modelo puede funcionar correctamente y puede ponerse en práctica en ocasiones puntuales. En cambio, esta crisis sí puede suponer un antes y un después en la relación con los servicios de transporte público, y agrega el ejemplo de la experiencia en China, donde han repuntado las ventas de coches particulares.
Todos coinciden en que estamos ante un escenario de incertidumbre. José Luis Bravo, gerente de Aser y presidente de Ancera, la patronal de los recambistas, considera que serán "tiempos difíciles" porque la situación no estaba bien en el sector en general, y "si las empresas no reciben ayudas de forma urgente" se producirán pérdidas de empleo, e incluso puede llegar a suponer cierres.
Sin embargo, afirma que le gusta ser positivo y Aser ya trabaja para poder empezar a retomar la actividad desde el minuto cero tras la vuelta a la normalidad. José Luis Bravo no cree que tras esta crisis del coronavirus se produzcan cambios significativos, "aunque sí nos hará pensar". Pueden cambiar algunos hábitos de cara a la flexibilización del trabajo "pero el coche seguirá yendo al taller con normalidad". También destaca que de cara "al negocio en sí, no creo que vaya a cambiar".
Por su parte, Alejandro Vicario, director general del Grupo CGA, asegura que esta crisis supondrá "un impulso fuerte a la conectividad y el teletrabajo". Considera que una vez superada la crisis sanitaria, la sociedad evitará las aglomeraciones y el contacto directo en un inicio, "a medio plazo se mantendrán las precauciones" pero terminará por volverse a la normalidad. La situación que actual se vive, permitirá que se desarrollen "más medios para trabajar desde casa con una seguridad detrás. Estaremos más preparados ante posibles crisis imprevistas".
Los datos del sector de la posventa advierten que la mayoría de las empresas se encuentran cerradas o presentan ERTE, lo que supone un "duro golpe para el sector", pero Vicario destaca que "sufrirán más las compañías que ya estaban pasando por un mal momento, que ya se encontraban en una situación crítica", Sin embargo, lanza un mensaje esperanzador y optimista para una recuperación del mercado. "Quizá hasta final de año vamos a tener problemas, pero de cara al año siguiente todo irá bien".
Tal vez todavía es pronto para pronosticar el futuro de la posventa en España. Los diferentes actores del sector coinciden en que todo dependerá del tiempo que dure la actual emergencia sanitaria que golpea el país, y al mundo, de forma que pueda retomarse una actividad normal del mercado. También el Gobierno jugará un papel vital como garante de una recuperación económica de forma temprana y a todos los niveles. El tiempo dirá quién estaba más o menos acertado.
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