Un año ha pasado desde que Delphi probó en carretera su coche de conducción autónoma, el denominado RoadRunner, que cruzó EE. UU. desde San Francisco a Nueva York en modo autónomo el 99% del tiempo que duró el viaje.
Desde entonces, el ‘Correcaminos’, ha experimentado algunas mejoras, como las relativas a la recopilación de datos.
Durante el trayecto, se recogieron tres terabytes de datos, bastante menos que lo que se procesan actualmente: una media de tres petabytes, según Delphi.
Entre las mejoras, destaca el sensor con tecnología LiDAR, sensores, cámaras y radar para “ofrecer una aproximación integral a la seguridad”, asegura el fabricante.
Además, se ha renovado la interfaz hombre-máquina (HMI), que se centra en la comodidad del conductor y del acompañante; y se ha incluido tecnología V2E (‘vehicle to everything’), que permite que el RoadRunner se comunique con casi todo lo que se encuentra a su paso, como calles, semáforos, señales de tráfico, otros vehículos y peatones.