Ventilación en los talleres de reparación: ¿cómo conservar la calidad del aire?
Se trata de una medida de prevención esencial en tiempos de postcoronavirus. Sin embargo, cuidar las condiciones de temperatura y humedad era una práctica ya habitual en estos locales, como destaca S&P.
La ventilación de los espacios ha cobrado gran importancia durante la era postcoronavirus, siendo una de las medidas que guían los protocolos de actuación y prevención. Sin embargo, los sistemas de ventilación en algunos locales, como los talleres de reparación, siempre ha tenido un papel fundamental por el tipo de actividad que se desarrolla dentro de estas instalaciones.
Los expertos de S&P destacan que los sistemas de ventilación en este tipo de centros son necesarios para mantener la calidad del aire y conservar un ambiente saludable, ya que se trata de espacios sensibles a los niveles de contaminación procedentes de la operaciones de mecanizado, del calor, de humo del motor, entre otros.
Y es que es importante cuidar y prestar atención a las condiciones de temperatura, humedad y ventilación de estos locales, pues además de trabajar con maquinarias, el uso de otras herramientas eléctricas y de una constante iluminación artificial, incide de forma directa y constante en la temperatura del local, un factor que debemos tener en cuenta para evitar que pueda suponer un riesgo para la seguridad y la salud de los trabajadores.
En este sentido, los profesionales de S&P apuntan al cumplimiento Anexo II del Real Decreto 486/1997 que contiene las disposiciones mínimas que deben respetarse en los lugares de trabajo, y que establece que, en cuanto a temperatura, esta debe marcar entre los 14 y los 27 grados centígrados en instalaciones donde se realicen trabajos ligeros.
En lo que respecta a la humedad, lo recomendable es mantener los niveles de humedad relativa entre un mínimo del 30% y un máximo del 70%. Asimismo, se dispone una renovación mínima del aire de los locales de trabajo: 30 metros cúbicos de aire limpio por hora y trabajador, en el caso de trabajos sedentarios en ambientes no calurosos ni contaminados; siendo de 50 metros cúbicos en los casos restantes a fin de evitar el ambiente de aire viciado y los olores desagradables, como los que pueden inhalarse en un taller.
Ventilar los talleres de reparación se ha convertido en un paso esencial durante esta crisis del coronavirus, pero más allá de la pandemia, su puesta en marcha es fundamental para asegurar las óptimas condiciones de trabajo, en lo referido a temperatura, humedad y ventilación, factores que influyen directamente en el rendimiento laboral del empleado. En este sentido, la correcta distribución de las entradas de aire limpio y las salidas del aire viciado, se hacen imprescindibles para garantizar una renovación efectiva del aire del taller.
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