Más que eficiencia: qué información aporta el etiquetado europeo de neumáticos
La adherencia y el ruido también se señalan en la etiqueta que llevan todos los neumáticos.
La etiqueta europea es desde hace años un elemento inseparable de los neumáticos. Desde 2012 todos los neumáticos comercializados en los países miembros de la UE deben incorporar esta etiqueta para informar al consumidor de las principales características de los neumáticos de turismos, camiones ligeros y camiones pesados. Este sistema de información estandarizado aporta datos imprescindibles sobre la adherencia en superficie mojada, el ahorro de combustible y el ruido, a través de esta simbología:
Ahorro de combustible y eficiencia energética
Se basa en la resistencia a la rodadura del neumático, que influye en el ahorro de combustible y las emisiones de CO2 del vehículo. Dependiendo del neumático elegido, se puede ahorrar hasta el 20% de consumo de combustible. Dicho ahorro de combustible a través del neumático se señala en el etiquetado europeo mediante una calificación que sigue una escala de colores y una letra de la A a la G.
Así, la letra A (verde) indica la máxima calificación en ahorro de combustible, mientras la G (rojo) corresponde a la mínima. Los marcados con esta última ya no se comercializan, al igual que los ètiquetados con la F desde el pasado mes de noviembre. La calificación D no se utiliza en los turismos.
Seguridad y adherencia en superficie mojada
La adherencia sobre una superficie mojada, junto a la distancia de frenado en mojado, influyen decisivamente en la seguridad del vehículo. Esta información sobre la adherencia en mojado se marca en la etiqueta europea mediante un código de letras situado bajo el símbolo de lluvia.
La A corresponde a la máxima adherencia, mientras la G corresponde a la calificación mínima. Las calificaciones D y G no se utilizan en turismos. Por poner un ejemplo, los neumáticos con calificación A ofrecen hasta 18 metros menos de distancia de frenado que unos con calificación F, si pisamos a fondo el freno a 80 km/h.
Ruido y contaminación acústica
El ruido de la rodadura del neumático se relaciona con la contaminación acústica. Los decibelios que emite el neumático se miden con una escala logarítmica, de modo que una pequeña diferencia de 3 dB puede suponer que se duplique el nivel de ruido externo del neumático.
Para medir el impacto medioambiental del ruido, el etiquetado europeo emplea un pictograma de tres ondas y un valor numérico. Una onda negra indica que el neumático es silencioso (3 dB menos que el límite europeo o un nivel menor). Dos ondas negras, que emite un ruido moderado (entre 0 y 3 dB menos que el límite europeo). Y tres ondas negras, que es un neumático ruidoso que supera el límite europeo de decibelios.
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