Los conductores buscan alternativas económicas para ahorrar costes en tiempos de crisis. Una de ellas es descuidar la presión de las ruedas, como refleja un estudio realizado por Bridgestone, que ha concluido que siete de cada diez conductores europeos circulan con un nivel de presión por debajo de lo recomendado en sus neumáticos. El fabricante de neumáticos calcula que este hábito equivale a malgastar alrededor de 2.800 millones de euros en combustible al año.

Asimismo, casi el 12% de las cubiertas de los vehículos que circulan por las carreteras europeas lo hace con una profundidad del dibujo de la banda rodadura por debajo del mínimo legal establecido por la Unión Europea de 1,6 mm.

Conducir con las ruedas en estas condiciones supone un riesgo de seguridad para los conductores y acompañantes. Además los neumáticos desgastados provocan riesgos en el control del vehículo, y afectan a de las ruedas y en posibles roturas, como indica el fabricante de neumáticos.