Francesc Gorjón, propietario de Suburense Automòbil, un taller con más de 75 años de experiencia en Sitges (Barcelona), describe las dificultades que enfrentan los talleres de reparación durante el verano debido a la falta de suministro de recambios. En esta época, muchos distribuidores tienen personal reducido por estar de vacaciones, lo que complica enormemente la obtención de materiales necesarios para las reparaciones, cuando precisamente es una época crucial para los talleres.

Gorjón rememora los tiempos en los que su taller no tenía las dimensiones ni la reputación actuales. En aquellos años, obtener recambios era un desafío constante. "El recambio no lo traían, sino que teníamos que desplazarnos 8, 10 y hasta 20 kilómetros para tener el recambio, sino era imposible reparar," comenta. A base de esfuerzo y perseverancia, Gorjón narra que consiguió que las dos empresas que suministraban recambios a su taller, inicialmente solo dos días a la semana, ampliaran su servicio a cinco días ininterrumpidos.

Impacto de las grandes cadenas

Sin embargo, el dueño del taller advierte sobre el impacto negativo que han tenido las grandes distribuidoras de recambios en el sector y el tiempo de reparación que emplean los talleres. Estas empresas, con su amplio personal y flotas de furgonetas, han desplazado a muchos pequeños negocios innovadores; pero a pesar de su tamaño, la eficiencia de estas grandes cadenas ha disminuido y, según Gorjón, "ya no somos amigos de los recambistas. Ahora, los recambistas ven a los talleres simplemente como clientes rentables o no rentables, lo que ha despersonalizado las relaciones comerciales".

El experto lanza un mensaje claro a dichas compañías de recambistas: "Poneos las pilas, porque están entrando otros muchos más buenos y muchos más rápidos." Esta advertencia destaca la necesidad de adaptarse y mejorar los servicios para mantener la competitividad en un mercado cada vez más exigente.