La iniciativa ECEC se centra en los amortiguadores para "superar baches con energía"
"Elige calidad, elige confianza" considera que el futuro de estas piezas pasa por su adaptación a los nuevos retos de movilidad.
Los avances y las labores de I+D+i de los fabricantes de los amortiguadores se están centrando en la adaptación de estos componentes a los nuevos retos de movilidad, a lograr que recuperen la energía producida tras pasar por un bache o tomar una curva, y a que se adapten de forma más rápida y fiable a las condiciones de la carretera, mejorando la sensación de confort de los ocupantes. Así lo aseguran los profesionales que integran la iniciativa "Elige calidad, elige confianza" (ECEC).
"Hoy en día, las nuevas tecnologías, los nuevos actores en el mercado y los nuevos modelos de negocio influyen en toda la industria automotriz", han asegurado desde ECEC. Asimismo, son muchos los especialistas en la fabricación de este tipo de componentes, los que consideran que es favorable la combinación optimizada de componentes en sistemas, por ejemplo, en el caso de la amortiguación, en el sistema de chasis.
Estos sistemas tendrían que incluir el soporte de futuros conceptos de movilidad para dinámica lateral, longitudinal y vertical, una plataforma altamente flexible y modular, así como un e-drive integrado, a partir de la combinación inteligente de varios sistemas activos y semiactivos, lo que serviría para identificar de forma predictiva y resolver los movimientos adversos de la carrocería del vehículo.
De cara al futuro, la amortiguación seguirá siendo un componente crucial de la movilidad. Y es que su buen estado también interviene en el correcto frenado durante la conducción. “Un solo amortiguador desgastado puede aumentar la distancia de frenado hasta 2 metros”, apuntan desde la iniciativa, “lo que diferencia una frenada segura de un posible accidente”. La distancia de frenado puede llegar a alcanzar hasta los 6 metros en velocidades de hasta 80 kilómetros por hora.
Para evitar que puedan darse situaciones que afecten a la seguridad, hay que recordar que algunos de los síntomas que advierten de la necesidad de revisar los amortiguadores son la vibración del volante cuando el pavimento se encuentra en perfecto estado, la existencia de manchas de aceite detrás de las ruedas, oscilaciones al conducir, el desgaste irregular de los neumáticos y si al frenar en seco el vehículo, este se desvía hacia los lados o se funde hacia la parte frontal.
Por lo general, lo más recomendables es revisar este elemento cada 20.000 kilómetros y sustituirse a partir de los 80.000 kilómetros
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