Síntomas del desgaste de los amortiguadores
Los expertos recomiendan sustituirlos a partir de los 75.000 kilómetros.
Existe una zona en el automóvil conocida como ‘triángulo de seguridad’, compuesta por los neumáticos, los frenos y los amortiguadores. De estos tres componentes, el último es el más desconocido y el que más pasa desapercibido para los usuarios, a pesar del empeño de los profesionales en revisar su estado.
Un estudio de Gesafa revela que uno de cada tres vehículos que circulan por las carreteras españolas tienen los amortiguadores en mal estado, es decir, unos 6,2 millones de turismos. Contar con este componente en mal estado compromete la seguridad del vehículo, ya que según explican en el documento, “aumenta la distancia de frenado y afecta a la estabilidad del vehículo”, especialmente en curvas y giros bruscos.
Además, unos amortiguadores en mal estado, además afecta al resto de componentes del triángulo de seguridad, ya que ni ruedas ni frenos realizan correctamente su cometido. Equiparlos cuando presentan desgaste puede provocar que el vehículo entre en resonancia y hace que los neumáticos se desgasten de forma irregular, es decir, se ‘taqueen’. Los expertos recomiendan revisarlos periódicamente, así como plantearse sustituirlos a partir de los 75.000 kilómetros.
El calor y la humedad, son sus principales enemigos, señalan desde Gesafa, hace que el efecto del amortiguador se reduzca paulatinamente, hasta que deja de funcionar correctamente.
Por su parte, desde La Vanguardia, destacan que existen varios síntomas que avisan de un mal funcionamiento de los amortiguadores. Por un lado, el desgaste de las ruedas antes mencionado; por otro, si se dan manchas de aceite cerca del amortiguador y en el interior del guardabarros esto es señal de que el amortiguador pierde aceite y corre el riesgo de que se bloquee en el momento más inesperado.
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