Icer, la marca española especialista en soluciones para el sistema de frenado, tiene entre sus principales objetivos "ayudar a sus distribuidores a competir con productos de calidad que les permitan diferenciarse de forma clara de su competencia en el mercado". Uno de los grandes exponentes en este sentido es la gama LMD -‘Last Mile Delivery’-, que el fabricante ha diseñado específicamente para "ofrecer el mejor rendimiento en los vehículos de reparto de última milla".

Las pastillas LMD responden a este mercado con una gama de productos sin cobre, formulación NAO y pensada para reducir además de forma sensible las emisiones de partículas producidas durante la frenada. Por ahora, cuentan con una gama de 29 referencias, que irán ampliando en el futuro.

El sector del transporte de última milla está experimentando en los últimos años un sensible crecimiento e Icer "ha desarrollado una solución pensada no sólo para garantizar el mejor rendimiento en términos de frenada -el freno es uno de los elementos más importantes en la seguridad del vehículo y para el proveedor español, "asegurar el máximo rendimiento de todos sus productos es absolutamente innegociable"-, sino también para aportar su granito de arena en términos de rentabilidad para las flotas o los profesionales de un segmento para el que estos vehículos son, más que una solución de movilidad, una herramienta de trabajo".

"Por eso, la fiabilidad se vuelve crucial, pero también la duración de los componentes utilizados, así, las pastillas LMD de Icer son un producto de larga duración para vehículos de reparto, así como aquellos con algún tipo de blindaje: incrementan su vida útil entre un 40% y un 75% respecto a las pastillas convencionales". 

Esta gama permite a la distribución "diferenciarse con un producto absolutamente novedoso, desarrollado de la mano del fabricante español Icer, y que da respuesta a un nicho de mercado que no sólo ha crecido de forma exponencial durante los últimos años, sino que apunta a ser cada vez más relevante en el futuro empujado por los nuevos -o ya no tan nuevos- modelos de compra de los consumidores: cada vez más digitales y sensibles a unos niveles de servicio lo más inmediatos posibles", explican desde la propia Icer.