Cómo detectar amortiguadores defectuosos y prevenir peligros

Uno de los elementos que se deben revisar periódicamente en el taller son los amortiguadores. Baches, carga pesada o un servicio con remolque son los principales esfuerzos a los se someten estos dispositivos, además de aspectos ambientales como la suciedad o la humedad, que pueden tener un impacto negativo en su vida útil.

Por este motivo, cada 80.000 kilómetros, explica la compañía Meyle, deben comprobarse estos sistemas, ya que están sometidos a grandes esfuerzos durante la conducción.

La enseña apunta que si se produce un fallo en ellos, la distancia de frenado es mayor y el agarre del vehículo disminuye, lo cual merma la estabilidad del vehículo. Además, el menor agarre reduce la conducción lateral del neumático en las curvas y los modernos sistemas de seguridad, tales como el ABS, el ESP y el ASR, dejando de funcionar debidamente.

Desde Meyle subrayan la facilidad con que un control de los amortiguadores puede pasar a ser una rutina habitual en el taller y cómo puede ofrecer un importante servicio a sus clientes. Así lo señalan los técnicos de la enseña en el siguiente vídeo, donde explican las posibilidades de diagnóstico de los amortiguadores y cómo se pueden realizar.

Así, a veces, es suficiente echar una ojeada a los neumáticos, ya que un desgaste parcial de estos es un síntoma de que los amortiguadores están defectuosos. Otra señal de que estos elementos no están bien es que el conductor tenga una sensación imprecisa, especialmente en las curvas, por una corrección frecuente de la dirección al conducir en línea recta y por el golpeteo producido.

Por otro lado, para la reparación, Meyle recuerda que posee una gama de más de 650 amortiguadores. Además, los ingenieros del fabricante de recambios recomiendan reemplazar estos dispositivos siempre en parejas para reducir al mínimo la diferencia de amortiguación entre el lado izquierdo y el derecho, evitando un comportamiento deficiente o incluso crítico.