Alertan de los peligros de un aire acondicionado en mal estado
Salud, confort, seguridad y ahorro se ven afectados si este elemento no está en condiciones óptimas.
El aire acondicionado se ha convertido en un elemento más de seguridad en el vehículo. Por ello, mantenerlo en buenas condiciones es necesario para una conducción sin problemas.
Por este motivo, Hella ha querido advertir a los conductores sobre la importancia de su buen mantenimiento que contribuye a mejorar la salud, el confort, la seguridad en los desplazamientos y el ahorro.
En cuanto a la salud, el fabricante señala que este elemento "debe desinfectarse con regularidad. Por su ubicación, el evaporador ofrece las condiciones ideales para la aparición de bacterias, hongos y otros microorganismos. Estos peligrosos compañeros de viaje llegan al habitáculo a través del sistema de ventilación, pudiendo provocar reacciones alérgicas y problemas para las personas con enfermedades respiratorias".
Por otro lado, el confort también se ve afectado ya que "sentirse a gusto dentro del coche puede marcar la diferencia entre un buen viaje y un viaje agobiante y pesado. Además, con el paso del tiempo, las partículas de suciedad que el filtro del habitáculo mantiene a raya reaccionan ante la humedad del aire. Si el filtro ya es muy viejo, pueden formarse olores desagradables. Sustituyéndolo de manera periódica y desinfectando el evaporador, se eliminan estos problemas y se evita que vuelvan a surgir", advierten desde Hella.
El cuanto a la seguridad, la marca argumenta que, al aumentar la temperatura, la capacidad de concentración se reduce y el cuerpo "se cansa más rápidamente". Al mismo tiempo, alertan desde Hella, "disminuye nuestra capacidad de concentración y reacción, y aumentan las posibilidades de sufrir un accidente. El aire acondicionado del vehículo enfría el habitáculo hasta una temperatura agradable, eliminando al mismo tiempo la humedad del aire. De este modo, nuestra atención al tráfico permanece activa durante más tiempo".
La potencia de refrigeración, apuntan desde Hella, "disminuye con el paso del tiempo debido a la pérdida natural del gas refrigerante. Con ello se corre el peligro de sufrir daños en el compresor, donde los costes son elevados. Además, un filtro deshidratante saturado puede originar la formación de corrosión. El mantenimiento preventivo periódico del aire acondicionado evita posibles daños y costosas reparaciones provocadas por la humedad".
Otro de los aspectos que se pueden ver dañados es el ahorro ya que si falta gas refrigerante, para mantener la potencia de refrigeración de manera continua, "el compresor está funcionando más a menudo y durante más tiempo de lo habitual. Ello conlleva naturalmente un consumo extra de combustible, que suele ser del 5-10%. Sin embargo, esta cifra es relativa, ya que depende del tipo de sistema de aire acondicionado, de su cuidado y mantenimiento, de la situación en la que circule el vehículo, de la temperatura exterior y de las costumbres del propio conductor".
En ciudad, concluyen desde Hella, "este consumo extra es algo mayor que en la conducción interurbana o en autovía. Los vehículos que viajan sin aire acondicionado suelen circular con las ventanas/techos solares abiertos, con lo que también aumenta casi en la misma medida el consumo de combustible debido a la elevada resistencia al aire".
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