El taller que rompe barreras: cuatro de sus seis empleados son mujeres
Tracy, Reyes, Estefanía y Yurena son mayoría en Taller Germán e Hijo, ubicado en Las Palmas de Gran Canaria. Sin experiencia en el sector, pero con motivación y no sin sufrir algunos prejuicios, se han hecho un hueco en el sector. "Llevamos un año incorporando y formando una nueva plantilla. La mayoría son mujeres con muchas ganas y disciplina en los procesos", explica Jonathan Santana, su gerente.
El sector de la automoción, y en especial el de la reparación, siempre ha tenido un claro tinte masculino. Muy pocas mujeres accedían a puestos de este ámbito, ya fuera en talleres o en otras áreas relacionadas. Pero algo está cambiando.
Según el estudio anual de la consultora Deloitte, en el sector de la automoción, las mujeres representan la cuarta parte de la fuerza laboral. Un ejemplo de este cambio es el Taller Germán e hijo, situado en Las Palmas de Gran Canaria, y que cuenta con cuatro trabajadoras en activo de los seis empleados que componen en total la plantilla.
El taller dirigido por Jonathan Santana trabaja con las principales compañías de seguros y tiene, según él mismo, una cartera importante de clientes particulares. “Hemos creado un sistema de aprendizaje por fases donde desde el primer mes de formación ya eres rentable para el taller; llevamos un año haciendo una reestructuración en la empresa, incorporando y formando una nueva plantilla; la mayoría son mujeres con muchas ganas y disciplina en los procesos de trabajo”, explica Santana.
LAS TRABAJADORAS
Tracy, Reyes, Estefanía y Yurena trabajan actualmente en el Taller Germán e Hijo, cada una con una fecha de incorporación diferente.
Tracy, la más joven, afirma que su experiencia en el taller “ha sido magnífica”. “Me he sentido motivada y apoyada por mis compañeros, e incluso por los proveedores, motivándome y creyendo en mí”, señala. La juventud de esta mujer de 28 años no la ha hecho estar exenta de recibir prejuicios: “Cuando digo que trabajo en un taller preguntan si soy la administrativa, y me llena de orgullo decir que soy la pintora”.
“Les diría a todas las mujeres que se atrevan a probar la experiencia, ya que es un trabajo con una satisfacción personal enorme. Tratamos cada vehículo como si del nuestro se tratara”, concluye Tracy.
Otra trabajadora, Reyes, de 51 años, no tenía ninguna experiencia relacionada con el sector. De hecho, es diseñadora gráfica. “El trabajo en sí es muy satisfactorio, puedes aprender muchísimas destrezas que en otros sectores no tendrías posibilidad”, afirma Reyes.
“Es de sobra conocido el problema que tenemos las mujeres de más de 45 años para encontrar trabajo, incluso teniendo experiencia previa. Taller Germán e Hijo me ha dado la oportunidad de formarme desde cero sin tener ningún tipo de prejuicio ni por mi género, ni por mi edad, lo que no es habitual en ningún sector”, señala.
Estefanía, de 30 años, ha trabajado siempre en la hostelería. Ahora se dedica a la preparación, que engloba una serie de actividades como reparación de parachoques, lijado y fondeado tanto en plástico como en chapa.
“Aunque en un primer momento puede parecer un trabajo solo de hombres, la realidad es que las mujeres también estamos capacitadas para realizar todas esas actividades, sólo tiene que gustarte el sector, y una vez que entras y empiezas a conocer todo este mundo te va gustando más y te hace querer seguir aprendiendo”, explica Estefanía.
Por último, Yurena, de 39 años, siempre ha sido administrativa, y aunque lleva poco tiempo en el taller su experiencia a día de hoy es “muy gratificante”. Como consejo, Yurena impulsa a las mujeres a que se formen en este sector, ya que “poco a poco nos vamos abriendo un hueco en los trabajos que antiguamente sólo eran de hombres”.
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