Seis errores que deben evitarse durante el repintado de colores metalizados

Las pinturas metalizadas están compuestas por pigmentos que contienen pequeñas partículas metálicas, las cuales aportan brillo y profundidad a la superficie del vehículo, a través del efecto de la luz sobre las partículas. Este tipo de colores se integra en los sistemas bicapa o tricapa, por lo que requieren de la aplicación de una capa final de barniz que asegure el sellado y la protección de la superficie.

La pintura metalizada proporciona protección contra pequeños daños y evita la decoloración de la superficie por efecto de los rayos UV, como ha destacado Sinnek, a través de su plataforma de formación Sinnek Academy, al tiempo que resalta como desventajas el aumento de los costes de esta reparación y una mayor complejidad para igualar los colores. Para superar los inconvenientes, la marca ha enumerado una serie de consejos que deben evitarse en la aplicación de los colores metalizados.

La primer recomendación es no elegir los diluyentes y catalizadores en base a la temperatura y humedad del ambiente, ya que pueden interferir en la orientación de las partículas. Además, para evaluar la tonalidad es necesario realizar una correcta identificación del tamaño y del tono del metal o de la perla.

Sinnek ha subrayado el papel que juega la capa de fondo en la reproductividad de colores metalizados, advirtiendo que el exceso de carga de pintura de aparejo o el uso de un color de aparejo que no se ajuste al color del acabado, influirá en la cubrición y la colorimetría.

Otra de las recomendaciones está relacionada con la técnica de aplicación, la cual puede realizarse de forma que el producto pulverizado impacte de forma regular sobre toda la superficie. La técnica de difuminado también contribuye a lograr una mejor integración de las piezas.

Finalmente, Sinnek aconseja aplicar una mano de control o anclaje que mejore la orientación de dichas partículas.