La posventa marquista de vehículo industrial creció un 12% en 2023
"2024 será un año bueno para la posventa pero tenemos que hacer bien los deberes", ha apuntado Pilar Fernández, presidenta de la división de V.I. de Faconauto, que no pierde la esperanza de que el Gobierno entienda la necesidad de renovar un parque muy envejecido y fomente la compra de modernos camiones también con mecánicas diésel.
La senda de la descarbonización en el transporte pesado español de mercancías por carretera asiste a un recorrido exasperadamente lento que se traduce en que con una previsión de ventas para 2024 de 200 camiones eléctricos no parece que se vaya a cumplir ni siquiera el escenario más pesimista en este capítulo trazado hace tan sólo tres o cuatro años.
El principal freno para el avance de la apuesta de los transportistas por la tecnología de propulsión eléctrica se localiza, a juicio de los concesionarios españoles de vehículo industrial, en la lentitud a la hora de implantar en nuestro país una adecuada infraestructura de recarga y en una política de ayudas insuficiente y repleta de incertidumbres.
En este escenario, en el que varias marcas ofrecen ya al mercado camiones eléctricos y los transportistas, muchas veces de la mano de sus clientes, muestran un interés real por subirse a esta nueva realidad, Faconauto sitúa la pelota en el tejado de la Administración, a la que pide la continuidad de las ayudas, actualmente agotadas, a la transformación de flotas de vehículos industriales hacia tecnologías cero emisiones. Esta petición se ha producido en el transcurso de un encuentro con la prensa en el que han participado Marta Blázquez, presidenta, Pilar Fernández, presidenta de la división de vehículos industriales de la patronal, y José Ignacio Moya, director general.
RENOVACIÓN DE UN PARQUE MUY ENVEJECIDO
Desde Faconauto no deja de hacerse hincapié en la necesidad de enfocar la descarbonización impulsando las tecnologías cero emisiones, pero también retirando de las carreteras los camiones más antiguos, dado que la edad media de los vehículos industriales es hoy de 14,3 años. Por ello, también ha sugerido que la actual ayuda destinada a achatarrar vehículos adscritos a una autorización de transporte y matriculados en España con anterioridad al 1 de enero de 2019 se vincule a la adquisición de un nuevo vehículo pesado.
Faconauto ha apuntado que el gran reto al que se vuelve a enfrentar el vehículo industrial en 2024 es acelerar en la descarbonización del transporte profesional, por lo que ha pedido que durante la presente legislatura se diseñe un plan específico que recoja las particularidades de este sector, que desarrolla una actividad esencial y que necesita, entre otras cosas, que se agilice la obtención de permisos para la instalación de puntos de recarga planificados para el transporte pesado, que se impulse la actualización las redes eléctricas, que se facilite el establecimiento de áreas adecuadas para la recarga de camiones o que se promocionen otras tecnologías adecuadas para este proceso, como los combustibles renovables o el hidrógeno.
“Los vehículos pesados electrificados comienzan a ser una realidad comercial y una herramienta esencial para alcanzar los objetivos de descarbonización del transporte por carretera. Ahora bien, sin una acción decidida, sin un plan específico y contundente para la adopción de estas tecnologías y para el despliegue de la infraestructura de recarga ad hoc, España quedará rezagada y nuestro importantísimo sector del transporte perderá parte de la gran competitividad que hoy atesora. El Gobierno tiene que poner el foco también en los camiones”, ha pedido la presidenta de Faconauto, Marta Blázquez.
No hay pesimismo entre los concesionarios españoles de vehículos industriales a pesar de que prevén un descenso del mercado español del VI nuevo del 7% ara 2024 (26.500 unidades, por encima de los datos de 2019). Tras cerrar 2023 con un rentabilidad cercana al 4%, según ha detallado Pilar Fernández, directora de la División de VI de Faconauto, la cifra de matriculaciones registrada en 2023, con un total de 28.686 matriculaciones, supuso un incremento del 22,3% frente al año anterior.
La actividad de posventa creció un 12% el año pasado y se espera el mismo porcentaje para el presente ejercicio, mientras se esperar una mayor vitalidad que el año pasado en lo que tiene que ver con el mercado del VO. "2024 será un año bueno para la posventa pero tenemos que hacer bien los deberes", ha apuntado Fernández.
Las entregas de vehículos, que sufrieron unos plazos absolutamente desorbitados durante 2022 y buena parte de 2023, se han normalizado, ha relatado Fernández, que no oculta un fenómeno vinculado a la falta de ampliación de unidades por parte de las flotas de transporte, las cuales sin embargo sí están renovando con normalidad sus vehículos.
“Este año 2024 esperamos el asentamiento del negocio de los concesionarios de vehículos industriales, después de la “montaña rusa” de los años postpandemia. Se ajustará la demanda, y se equilibrará el mercado, una vez que los plazos de entrega han vuelto a lo que era normal antes, es decir, alrededor de tres o cuatro meses. En paralelo, no esperamos ampliación de flotas, sino renovación, por lo que lo previsible es una ligera caída del mercado, razonable tras el considerable incremento de 2023. Con estas previsiones, lo esencial para nuestras empresas será buscar la rentabilidad de la concesión a través de la oferta total a nuestros clientes, fidelizándolos y controlando el gasto, en un contexto en el que la oferta va a ser mayor, ha indicado Pilar Fernández, presidenta de la división de industriales de Faconauto.
Por su parte, las transferencias de vehículos usados, tras la subida del 4% del pasado ejercicio (43.770 unidades), de cara a 2024 los concesionarios esperan cierta reactivación, pero para acabar de nuevo con un ligero crecimiento cercano al 5%.
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