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Sergi Guardeño (GTI Academy): "Vender horas, cuantas más mejor... Tu taller así no es sano"

"Esta vocación de servicio nos ahoga, nos lleva a regalar horas y esfuerzos, nos hace invertir, y nos empuja a cada día ser mejores. Y lo somos, pero cada día más angustiados y desenamorados de nuestra actividad", lamenta en su último artículo para PRO Service.

La rentabilidad es uno de los factores que preocupan al propietario del taller mecánico.
La rentabilidad es uno de los factores que preocupan al propietario del taller mecánico.

Sergi Guardeño, socio director de GTI Academy, ha querido poner sobre la mesa en el último artículo para el blog de PRO Service la habitual práctica de “vender horas, cuantas más mejor”. Una venta que, en su opinión, "genera un agujero enorme".

"Lo digo poniéndome en tu pellejo, por ti y por tus clientes, los recientes datos presentados tras el nacimiento de Checktaller reflejan algo que todos ya sabíamos, lo importante en nuestro negocio es que seamos capaces de vender horas, cuantas más mejor. Pues resulta que entre todos dejamos escapar 820 millones de euros al año. Concretamente, 23.310 euros cada taller mecánico y otros 17.748 cada carrocero", cifró Guardeño.

Para compensarlo podemos hacer dos cosas: "La primera trabajar más de ocho horas al día, de esa forma producimos lo necesario para no quebrar; la segunda, y la fácil hasta ahora, disponer de ese margen del recambio para subsistir. En supuestamente eterno margen del recambio, ¿verdad?", cuestiona.

"Esta situación nos refleja una necesidad, le otorga a nuestros negocios una serie de requisitos que nos llevan a la situación que tenemos", algo que resume en estos tres puntos:

  • Necesidad de volumen y alta rotación: No queda otra opción que facturar mucha reparación, con mucho recambio para obtener ese resultado de equilibrio, llenar el taller de coches a los que poder imputar horas e intentar que todos ellos estén el mínimo tiempo posible para que mañana entre otro en su lugar.
  • Alta dependencia de trabajos rentables: lo contrario a los que están llenando los talleres hoy.
  • Alta productividad: tus técnicos han de facturarte más del 80% de sus horas de presencia en cualquiera de los casos. De nuevo difícil en las condiciones actuales de mercado.

Necesitando estos puntos clave, siendo tan difíciles de conseguir, ¿cómo podemos plantearnos orientar nuestro negocio a otro propósito que no sea su propia subsistencia? Tras poner esta pregunta sobre el tapete, Sergi Guardeño se plantea que "siendo esta la prioridad", ¿por qué empeñarnos en dar servicio al cliente? "Si no encendemos ni las luces por no gastar, si no renovamos nuestra imagen, ni limpiamos, ni tenemos una web, si no cambio mi desgastada ropa de trabajo, no tengo asesor de servicio ni invierto en procesos de recepción ni trazabilidad, ni siquiera en un programa de gestión correcto, si no hago todo eso y me convierto en ese taller que todos sabemos que existe que está gestionándose igual que hace 25 años, ¿acaso no voy a tener el taller lleno igual que él?" continúa preguntándose en voz alta.

Porque lo que sí sabemos es que ahora todos tienen trabajo, ¿por qué dejarme el alma teniendo la rentabilidad que tengo? Guardeño lo tiene claro. "Pues porque somos técnicos con vocación de servicio, nos duele decir 'no', empatizamos al máximo, más con tu cliente que con tu familia que no te disfruta, esta vocación de servicio nos ahoga, nos lleva a regalar horas y esfuerzos, nos hace invertir, y nos empuja a cada día ser mejores. Y lo somos, pero cada día más angustiados y desenamorados de nuestra actividad", lamenta.

Un contexto que "no es sano ni para nosotros tampoco para esos clientes que acuden a nuestras instalaciones, ¿o acaso creemos que eso no se nota? Mientras atiendas con prisas a tu cliente, mientras te vea como pollo sin cabeza, improvisando día a día para dar ese servicio, el cliente vendrá a venderte el problema en el mínimo tiempo posible y se irá corriendo, no hay tiempo a más", quiso evidenciar.

A modo de resumen, Guardeño reconoce que "se depende del volumen, del margen de otra cosa que no es nuestro trabajo, de la productividad de un equipo técnico justo, pero, sin embargo, deseamos enamorar a los clientes y que valoren nuestro servicio, nos encantaría disponer de tecnología y equipos de última generación, mejorar nuestras instalaciones y pagar a los mejores técnicos, incluso no estar agobiados por lo que supone la contratación de uno al que tienes que formar", concluye.

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