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Las ITV explican los defectos más comunes de los vehículos en invierno y ofrecen consejos para evitarlos

Neumáticos, frenos y sistema de suspensión deben vigilarse especialmente. Además, es importante tener la ITV al día, destaca Aeca-ITV.

Parte delantera de un vehículo cubierta de escarcha.
Parte delantera de un vehículo cubierta de escarcha.

Metidos ya de lleno en el invierno y con la Navidad muy próxima, millones de personas realizarán desplazamientos en carretera para pasar las fiestas con sus seres queridos. Se trata de una de las épocas del año con mayor movilidad vial, pero también con un mayor número de siniestros viales, recuerda la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (Aeca-ITV).

A la gran cantidad de vehículos circulando por las carreteras se le suma el hecho de que las condiciones meteorológicas en estos días no siempre son las mejores y que la probabilidad de conducción nocturna aumenta.

Las bajas temperaturas a las que están expuestos los vehículos en estos meses de invierno pueden afectar al correcto funcionamiento de sus diferentes sistemas y hacer que fallen, incrementando los riesgos de sufrir un incidente en la vía.

LOS SEIS SISTEMAS DEL VEHÍCULO QUE SUFRAN MÁS POR EL FRÍO

Por ello, Aeca-ITV explica cuáles son los seis defectos más comunes en los vehículos durante el invierno y ofrece los siguientes consejos para evitarlos.

1.- Visibilidad: cuando un automóvil está muchas horas a la intemperie, expuesto a bajas temperaturas, la luna puede congelarse impidiendo la visibilidad del conductor. Si esto pasa, no debemos echar agua caliente, pues el cristal se puede romper. Podemos echarle alcohol puro, ya que, al tener un punto de congelación inferior al agua, ayuda a que el hielo se derrita. También se recomienda dejar los limpiaparabrisas levantados para que la goma no se quede pegada a la luna y se rompa.

2.- Neumáticos: las heladas y la nieve pueden dañar los neumáticos. Por eso, se recomienda comprobar la presión, así como la profundidad del dibujo de la banda de rodadura (que no sea inferior a tres milímetros) y que la goma no presente cortes o deformaciones.

3.- Sistema de suspensión: con las bajas temperaturas, unos amortiguadores en mal estado aumenta el riesgo de patinar, de producirse un aquaplaning o un mayor desgaste de los neumáticos.

4.- Frenos: cuando la temperatura cae por debajo de los cero grados puede congelarse el agua condensada en los frenos, provocando que estos rechinen al arrancar de nuevo el automóvil. Sin embargo, a medida que los frenos se calientan, el hielo se derrite y sale de las pastillas y discos de freno.

5.- Motor: conviene elegir la viscosidad del aceite del motor de acuerdo a las temperaturas extremas de las zonas de utilización del vehículo. Si la viscosidad del aceite es del tipo 20W, se va a volver más viscoso cuando la temperatura baje de los -10ºC/-15ºC, perdiendo algunas de sus propiedades, mientras que los aceites del tipo 10W no se verán afectados a estas temperaturas.

6.- Batería: este elemento del vehículo pierde la mitad de su potencia al estar expuesto a temperaturas por debajo de los -10ºC, lo que puede complicar el arranque del vehículo. Cuando se trata de uno eléctrico, las bajas temperaturas hacen que la batería pierda autonomía.

Por último, la entidad insiste en la importancia de comprobar que la ITV está al día antes de realizar un trayecto de largo recorrido, ya que solo así se puede asegurar que el vehículo cumple con las condiciones de seguridad y protección del medio ambiente establecidas.

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