Tierras raras, claves para el futuro de los componentes del coche eléctrico
Baterías, pantallas o sistemas de sonido se fabrican con materiales poco conocidos.
La proliferación en los últimos tiempos del coche eléctrico ha hecho que se ponga de moda un término un tanto desconocido para la población, se trata del concepto de tierras raras, una serie de elementos de la tabla periódica que están presentes en la mayor parte de aparatos electrónicos existentes.
Concretamente, se trata de 17 elementos, de sobra conocidos por los fabricantes de coches eléctricos, que destacan por sus propiedades magnéticas y su alta conductividad eléctrica.
Según destacan en el diario Hoy, su inclusión en componentes electrónicos permite reducir su tamaño y por lo tanto abaratar costes, lo que ha permitido la producción, entre otros elementos, de las baterías que alimentan los vehículos eléctricos.
Sin embargo, su uso no se limita a esto, ya que los smartphones, sistemas de audio, iluminación led y pantallas táctiles (plasma, LED) también cuentan con tierras raras en su interior. Es decir, que gran parte de los elementos que integran los vehículos eléctricos, y gran parte de los de motores de combustión más modernos, necesitan estos materiales para seguir siendo viables.
Según un estudio de UBS del que se ha hecho eco la Universidad Politécnica de Madrid, destaca que la electrificación completa del parque de vehículos en todo el mundo supondrá un aumento de la demanda de las principales materias primas que se utilizan para la fabricación de un coche eléctrico, como el litio, cuya demanda aumentaría un 2.511%, o el cobalto, que crecería un 1.928%.
La influencia de las tierras raras en el mercado mundial
Actualmente, China es el mayor productor de tierras raras del planeta, ya que en sus fronteras concentra cerca del 86% de los recursos mundiales de estos materiales. Zonas como Europa o Estados Unidos importan la mayor parte de los minerales de este tipo del gigante asiático.
Por ello, una sombra se cierne sobre el mercado tecnológico estadounidense tras las limitaciones de la administración de Donald Trump a la empresa china Huawei. Los asiáticos podrían realizar la misma maniobra y cortar el suministro de tierras raras a las empresas norteamericanas afectando a la producción de componentes electrónicos (pantallas LED, smartphones, equipos de audio, iluminación) y al mercado automovilístico basado en el coche eléctrico.
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