Mantenimiento preventivo del coche: 11 puntos vitales a revisar
Confortauto recomienza comprobar el estado de varios elementos de la mecánica para evitar averías costosas.
El mantenimiento preventivo es la forma más recomendable de alargar la vida útil de los componentes y evitar reparaciones más costosas y graves. Pero más allá del precio de las averías, según estudios de la DGT, la mayoría de los accidentes de tráfico podrían evitarse de realizar un correcto mantenimiento del coche por parte de los profesionales del taller.
Con el objetivo de impulsar la revisión de los puntos vitales y la puesta a punto del vehículo, Confortauto Hankook Masters ha lanzado la promoción Plan Previene y Ahorra, ofreciendo revisiones visuales de seguridad gratuitas de los puntos vitales y cheques regalo y descuentos en operaciones básicas. Entre los elementos de la mecánica que deben inspeccionarse especialmente, destacan:
La batería
Es la fuente de energía del vehículo que se encarga de que, tanto el motor como los sistemas eléctricos, funcionen. Asimismo, se calcula que el 90% de los fallos de los coches responde a problemas en el sistema eléctrico, y cerca del 40% de la batería, por lo que las revisiones periódicas pueden prevenir estas averías.
Las luces
Los sistemas de iluminación y señalización tiene un papel esencial, tanto para ver como para ser vistos, por lo que los expertos recomiendan examinar el buen funcionamiento, de forma mensual, de las luces de posición, cruce, carretera, freno, marcha atrás, intermitentes y antiniebla; además de mantenerlas limpias. Los profesionales deben reparar cualquier irregularidad en las mismas, además de comprobar la correcta alineación de los faros.
Los filtros
En este punto se incluye el filtro de aceite, el filtro de aire, el filtro de combustible y el filtro del habitáculo, siendo necesario que estén libres de suciedad y partículas, para evitar que lleguen impurezas al motor. El mal estado de los mismos puede provocar averías en el motor, incluso problemas en el interior del vehículo.
Los frenos
Este sistema de seguridad del vehículo está muy relacionado con los neumáticos y los amortiguadores, por lo que su correcto estado es vital. Para ello, es importante revisar el estado de los discos y pastillas, ya que se trata de materiales de fricción que se van desgastando con el uso, por lo que necesitar ser reemplazados de forma periódica.
Los neumáticos
Los profesionales del taller deben revisar la presión y ajustar según las indicaciones del fabricante, con el objetivo de reducir el riesgo de dañarlos, aumentar su vida útil y ahorrar en combustible. Además, se recomienda comprobar el desgaste y la profundidad del dibujo para asegurar el máximo agarre y tracción.
Los amortiguadores
Estos elementos ayudan a controlar el vehículo cuando circula a altas velocidades y en situaciones de riesgo. Igualmente, de ellos depende la suspensión, que es la responsable de absorber las irregularidades del suelo y de asegurar que los neumáticos estén siempre en contacto con la superficie. Factores como el kilometraje, el frío, el calor y la humedad, además del estado de la carretera o la carga del vehículo, pueden afectar a su correcto funcionamiento.
La correa de distribución
Este es el componente responsable de sincronizar los cuatro tiempos del motor: admisión, compresión, expansión y escape; también se encarga de la apertura y el cierre de las válvulas, así como del encendido de las bujías en los motores de gasolina o la inyección en los motores diésel; destacando su importancia en el engranaje interno del motor.
Para su mantenimiento lo mejor es seguir las recomendaciones del fabricante e incluso sustituirla de forma preventiva, siendo su duración la establecida en el libro de mantenimiento del coche, donde se recomienda un kilometraje máximo.
El lubricante
Estos se encargan de minimizar el desgaste de las piezas del motor, también canalizan las partículas metálicas que surgen del desgaste hacia el filtro y colaboran en la refrigeración, además de evitar fugas en el circuito gracias a sus propiedades sellantes. Los lubricantes deben reemplazarse entre los 5.000 y 30.000 kilómetros, según indique el fabricante, y es necesario revisar su nivel con cierta frecuencia, al menos una vez al mes.
El refrigerante
Los profesionales del taller deben asegurarse de comprobar su nivel con regularidad con el objetivo de verificar su estado, ya que debe garantizarse una temperatura de ebullición muy alta y una temperatura de congelación baja, además de propiedades anticorrosivas y antiincrustantes.
El limpiaparabrisas
Las escobillas de estos elementos son de goma, por lo que pueden verse afectados por cambios de temperatura. Ante la habitualidad con la que se deterioran, se deforman o se endurece el caucho, desde la red de talleres aconsejan realizan el cambio de escobillas cada seis meses.
Los sistemas de escape y catalizadores
Se encargan de reducir las emisiones contaminantes y el ruido de los gases al salir del motor, siendo necesario sustituir sus elementos de forma periódica para evitar un incorrecto funcionamiento y un mayor gasto en carburante.
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