La Guardia Civil localizó la semana pasada un taller clandestino en Zamarramala, en Segovia, donde hallaron un total de nueve vehículos que esperaban ser arreglados, así como piezas de repuesto y herramientas para realizar los trabajos mecánicos.
Los trabajos de reparación de los automóviles, según indica el Norte de Castilla, se llevaban a cabo tanto en el interior del establecimiento como en las calles cercanas al taller.
Asimismo, el negocio no tenía los permisos necesarios para llevar a cabo esta actividad, lo cual ha generado las consiguientes denuncias en el área de industria y medio ambiente, señalan las autoridades.
La Benemérita indica que el hallazgo es consecuencia de un operativo en el que se han inspeccionado y controlado numerosos talleres de reparación con el fin de detectar actividades ilegales referentes, entre otros aspectos, a la normativa medioambiental en materia de control de residuos.
Las autoridades recuerdan que estas instalaciones clandestinas conllevan problemas de salubridad, daños al medio ambiente y otros posibles riesgos para las personas y bienes.
Además, atentan contra la libertad de competencia, pudiendo constituir un fraude fiscal y tributario, así como un incumplimiento de la normativa reguladora de la seguridad social y de la seguridad de los trabajadores.