Del asfalto al rugby: la última nueva vida de los neumáticos reciclados
La marca deportiva Rhino, en colaboración con TNU, ha lanzado al mercado una nueva generación de balones que permiten avanzar en materia de sostenibilidad.
Un neumático abandonado en la naturaleza tarda 1.000 años en desaparecer. Cuando finaliza su vida útil la opción más ecológica y sostenible es reutilizarlos para la fabricación de nuevos neumáticos. Sin embargo, si no es posible realizar este renovado, los neumáticos van a plantas de reciclado donde se extraen y separan sus distintos componentes (caucho, fibra textil y acero) para recuperarse en nuevos usos.
El caucho reciclado procedente de neumáticos fuera de uso tiene aplicación en numerosos productos y servicios que ofrecen nuevas alternativas dentro de la industria, la construcción, el deporte, la agricultura, la ganadería, la decoración, las infraestructuras…etc.
Uno de los últimos usos creados para el polvo de caucho es su utilización para la fabricación de balones de rugby ecológicos. La marca deportiva Rhino ha lanzado al mercado una nueva generación de balones de rugby en cuya fabricación el 80% es caucho reciclado de neumático y el 20% caucho natural.
21 balones de rugby
Con el caucho recuperado de un neumático fuera de uso se pueden fabricar 21 de estos balones de rugby de 360 gramos de peso, ahorrando al medio ambiente 32,85 Kg. emisiones de CO2, 10,50 litros de petróleo y 878 litros de agua.
Teniendo en cuenta la crisis climática, energética y la escasez de materias primas actual, la reutilización de los componentes de los neumáticos fuera de uso, es clave para avanzar hacia un futuro sostenible.
En este sentido, a través de la campaña divulgativa "¿Sabías que…?” TNU reivindica las ventajas ecológicas, económicas y sociales que representa dar una segunda vida a los neumáticos usados, difundiendo todos aquellos proyectos ecológicos que demuestran las oportunidades que ofrece la recuperación y el reciclaje de sus valiosos materiales.
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