La filial española de Bridgestone alcanzó una facturación neta de 1.011 millones de euros en 2008, lo que representó un aumento del 0,9% respecto al ejercicio anterior. Sin embargo, los márgenes se resintieron, ya que su beneficio después de impuestos fue de 7,6 millones, frente a los 11,2 millones alcanzados en 2007.

En la explicación de sus resultados, Bridgestone Hispania reconoce un descenso en las ventas en el mercado nacional y describe el comportamiento del año pasado como muy asimétrico, ya que los resultados favorables acumulados durante la primera parte de 2008 se convirtieron en pérdidas significativas a partir del mes de junio.

En el ejercicio pasado, la firma invirtió 84,6 millones de euros, un importe muy superior al de los dos ejercicios anteriores, con el objetivo de potenciar sus fábricas y la red comercial ante los retos que la tecnología de los nuevos productos y las exigencias del mercado plantean. Este aumento de las inversiones contribuyó a la disminución de sus resultados.

Respecto a las previsiones para 2009, Bridgestone Hispania espera un ejercicio complicado en el que seguirán las actuaciones de racionalización de la actividad productiva y la caída de la demanda, tanto en constructores de vehículos como en el mercado de reposición, que se recuperará parcialmente en la segunda parte del año, señala la compañía en una nota oficial.