En España, el 10% de los vehículos sufrió algún daño en sus lunas durante el año pasado. El cristal con mayor índice de siniestralidad es el parabrisas (67%), por la mayor incidencia de impactos frontales, seguido de las lunas laterales (27%) y de las traseras (6%).
Estos datos fueron presentados por Carglass en el marco de la competición Best f Belron. Por tipo de daño, el más comun es el ojo de buey (con o sin microfisuras), el desgaste superficial y la rotura con grietas.
El estudio titulado “El parabrisas: componente decisivo para la seguridad vial preventiva”, pone de relieve que las lunas aportan el 30% de la resistencia en la estructura del vehículo. Del correcto estado de los cristales depende la resistencia del techo en caso de colisión y la eficacia del airbag, asegura el informe.
El estado de los firmes, la inversión pública en carreteras y la temperatura, son los tres factores que más inciden en el volumen de desperfectos en el parabrisas. Por provincias, Guadalajara lidera el listado de siniestralidad (12%), por delante de Zamora (11,7%), Valladolid (11,6%) y Ávila (10,7%). El resto de provincias españolas se sitúan por debajo de la media.
Carglass recomienda la reparación frente a la sustitución, siempre que sea posible, ya que supone un ahorro del 80% y una reducción de las emisiones de CO2 del 90%.
En los próximos años, el parabrisas se convertirá en la pantalla del vehículo y permitirá controlar la información de los mandos del coche o proyectar una imagen. Las estimaciones apuntan a que más de un millón de vehículos en Europa incorporarán esta tecnología, conocida como head-up display, en el año 2018.
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