Posiblemente, uno de los tipos de avería a la que los profesionales del taller menos les gusta enfrentarse es aquella en la que los clientes acuden al establecimiento afirmando que han notado ruidos u olores no habituales.
Estos síntomas hacen que el análisis del problema que pueda tener el vehículo tenga basarse en pistas a veces algo confusas.
En el siguiente vídeo, se puede apreciar una de estas situaciones en la que un técnico debe resolver un caso típico provocado por un fuerte olor a gasolina y los pasos que hay que dar para poder resolverlo.